miércoles, 23 de septiembre de 2009

Catarsis y (casi) redención


Peli:
"Inglourious Basterds"
Puntuación: 6/10



Me carga Tarantino. Me carga su prepotencia, su aire de "enfant terrible" de 48 años, su cabeza apepinada y sus humos de friki con carné de identidad número 00001. Y sobre todo me sigue sorprendiendo cómo la mayoría de los gafapastas españoles le siguen chupando la minga y llamando "genio" por menos de tirarse un cuesco. Sin embargo, con cada película hago el esfuerzo de tragarme mis prejuicios y vuelvo a la casilla número 0. Es lo menos que puedo hacer por cualquiera que se pone detrás de la cámara para contar una historia. Seamos justos.



Argumentalmente, "Inglourious Basterds" es un cruce entre "Valkiria" y "Kill Bill". Teniendo en cuenta que son dos películas que aborrezco, la cosa empieza más que mal.
Como sabéis, los "basterds" son una brigada especial dedicada a matar nazis, una célula no reconocida por el gobierno americano y liderada por el teniente Aldo Raine (Brad Pitt). En realidad hay cierto timo, porque la peli apenas habla de los "basterds", que son personajes casi secundarios. La trama principal es la venganza brutal de una niña judía hacia los nazis que liquidaron a su familia. Por eso lo de "Kill Bill".

Lo que llama la atención en primer lugar es la estructura narrativa, en cinco actos marcados con telón y título. La mayoría de los actos tienen una escena principal de diálogo tarantiniano, larga y currada, que son la espina dorsal de la película. No esperen ustedes mucha acción.


Aldo "Apache" Raine y el Oso Judío

Tarantino sigue perfeccionando lo que mejor sabe hacer y le dio la fama en sus primeras obras: los diálogos. El problema es que se gusta tanto, es tan excesivo, que los diálogos se convierten en dinosaurios. Unos diálogos tan tronchos se cargan cualquier película, como ya pasó con aquel pestiño llamado "Death Proof". Los críticos nos dirán que es un genio experimentador. Yo más bien digo que no tiene tanto talento narrativo, que se le acabó en "Pulp Fiction", su obra cumbre. Y que luego no ha hecho más que tener problemas de volumen. Ya lo vimos en el timo de "Kill Bill", al tener que dividirla en dos y en "Death Proof", que parece un cortometraje alargado con diálogos infumables de niñatas pijas.

En "Inglourious", Tarantino encuentra una solución. Literalmente, mandar al carajo la narración y contar este cuento dando cinco pinceladas de brocha gorda. Así sí. De ahí la estructura en cinco mamotréticos actos.
Esto puede gustar o no, pero al menos es más acorde con la forma de escribir del autor. Y mucho más rentable. Aunque está a años luz, recuerda un poco a lo que se hizo en "Pulp Fiction". Partiendo de ahí, los diálogos sí que son efectivos. Están bien montados y mejor interpretados. Porque esta es la buena noticia: la actuación es soberbia. Todos los actores son excelentes y están que se salen en sus papeles (con la excepción quizá de la esperpéntica aparición de Mike Myers, que chirría lo suyo y -por supuesto- adrede).
Pero hay uno que merece mención especial: Christoph Waltz. Lo que hace este hombre no tiene nombre. Es divino, genial, fantástico. Su personaje, el coronel de las SS, Hans Landa, es el verdadero protagonista de la película. El verdadero bastardo innoble.


Hans Landa disfruta de un buen vaso de leche

La antológica irreverencia del director se muestra de forma gloriosa al cargarse de un plumazo toda la historia oficial tal y como la conocemos. Dentro del desequilibrado conjunto, algunas escenas brillan con genialidad. El final, catártica píldora lanzada a toda una cansina tradición de películas sobre la gran guerra, es tan necesario como divertido.
El despiporre es tal, que cuesta trabajo cerrarlo. Tarantino no lo duda: "I think this just might be my masterpiece", dice Aldo Raine.
Hombre, Quentin. Tampoco es para tanto.
Pero está guay.
Absolutio, sí.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Alienígena y sin papeles


Peli:
"District 9"
Puntuación: 7/10



La película del debutante Neill Blomkamp llega envuelta en alabanzas y con el visto bueno del maestro Peter Jackson. Las expectativas, muy altas. Y con ganas de que la peli sea buena y resucite un poco el género de la ciencia ficción futurista, que estaba últimamente de capa caída.


Los aliens llegan en esta patera

El planteamiento de "District 9" es sencillo y ya lo conocéis todos: los extraterrestres llegan en su nave nodriza y se quedan varados sobre la ciudad de Johannesburgo durante 20 años. Los terrestres les servimos de huéspedes, pero no podemos darles otro asilo que ayuda humanitaria y una zona donde acampar, ya que son demasiados. La peli empieza en el momento del desalojo del distrito 9, en un intento de alejar a la población alienígena a una zona más alejada de la ciudad, donde las reyertas entre humanos y bichos son el pan de cada día.
Estos acontecimientos están basados en hechos históricos reales, como fue el desalojo en la época del Apartheid de unas 60.000 personas del llamado "Distrito 6", que fue declarado "Solo para blancos". Esto ocurrió en 1966, no hace tanto. Y se hizo con seres humanos, no con alienígenas.

La peli está narrada en forma híbrida, combinando la narración en tercera persona con el formato de documental. Este lenguaje es muy acertado a mi parecer, ya que le da a la situación unos visos de realidad bastante aceptables. El tono es también muy bueno, con mucha mala leche y bastante sentido del humor, reminiscente del Peter Jackson más añejo. Y por supuesto, unos efectos especiales magníficos de la ya legendaria Weta Workshop.

La crítica anti apartheid es obvia y alcanza sus cotas más altas en la primera parte de la peli, en la que somos testigos de los desalojos. El humor negro es más hiriente en estos primeros compases. El actor Sharlto Copley da vida a Wikus Van De Merwe, delegado de la MNU, una compañía privada encargada de cuidar las relaciones con los alienígenas. Winkus sufre un accidente de tipo biológico e irónicamente empieza a sentir en sus carnes el trato que los humanos propinan a los aliens.


A Winkus se le ponen los ojos como a David Bowie

El protagonista es un acierto total, divertidísimo, un mindundi convertido en héroe de acción con el que el público es capaz de empatizar desde el principio. Sus desventuras enganchan bien, y hacen que sintamos la acción y los giros de manera muy cercana, casi como en una montaña rusa. La peli es francamente divertida y está muy bien hecha, con descaro y frescura, lo cual se agradece. Es un deleite para todo fan de la ciencia ficción, sobre todo la parte en la que las armas alienígenas empiezan a... ejem... usarse.

Por otra parte, a partir de la mitad se hace bastante convencional. El desarrollo es muy manido, sobre todo en lo que se refiere a la relación del protagonista con los alienígenas, que se comportan de forma "demasiado" humana. El director prefiere no meterse en camisa de once varas y deja atrás las moralejas anti apartheid para pasar a la acción. Por otra parte, y afortunadamente, en esta tercera parte tenemos las escenas de acción-ficción más ACOJONANTES que he visto en los últimos años. Como diría mi sobrino, es SUPER-WAPO. Nada más que por esto merece la pena haber llegado hasta este punto en la película. ¿Quién dijo que los cerdos no podían volar?


Momentazos de cinefilia friki


Hace poco comentaba con una amiga algo que parece una perogrullada: una película no termina hasta el final. Y el final de "District 9" está guay, pero no nos dice nada que no supiéramos. Más bien abunda en lo que suponíamos. Habría agradecido un final más esclarecedor. Pero no. "District 9" es una gran película hecha con inspiración y talento, pero su director no es ningún genio, no nos engañemos.

He descubierto por ahí que "District 9" está basada en un corto del mismo director que podéis ver en youtube, llamado "Alive in Joberg". Muy recomendable, para los más acérrimos.
Saludos mutantes y churruscados!

lunes, 7 de septiembre de 2009

Game over


Peli:
"Gamer"
Puntuación: 2/10



¿Por qué las pelis sobre videojuegos o basadas en ellos son todas tan malas? "Super Mario Bros.", "Street Fighter", "Doom", dioss... ¡Alguien debería escribir una tesis sobre eso!
A "Gamer" acudí con la esperanza de pasar un rato al menos medio entretenido, pobre de mí. La premisa no era del todo desesperanzadora: en el futuro cercano hay videojuegos en los que controlamos a personas reales. Uno de ellos, como el "Sims", en el que todo es vicio, y el otro, "Slayers", una especie de "Half Life" en el que los personajes mueren de verdad. En principio no me atraía lo suficiente, hasta que me di cuenta de que salía Michael C. Hall, mi adorado actor fetiche de unos meses a esta parte, por papelazos como el de la serie "Dexter" y su David de "A dos metros bajo tierra".


Dexter versus Leonidas

Pero ni flores. La peli es un pestiño.
Ya desde el principio llama la atención la factura tan pobre, el poco partido que le han sacado a toda esa pasta, con esos exteriores ridículos y unos efectos especiales de serie de televisión. Además el trato fotográfico, oscuro y plano, es demasiado sobrio y desluce aún más el conjunto. ¿Qué habrán hecho con el dinero los de producción, aparte de pagar a los actores? ¿Tan caro es Gerard Butler? Yo creo que se fueron de farra el primer día y así salió la película, que parece dirigida por una cuadrilla de monos borrachos. Bueno, el cámara fijo que estaba ciego todo el rato, porque no deja de zarandearse en ningún momento, y el montador seguro que hizo su trabajo con resaca de Jack Daniels. Además la única idea buena de guión que hay en la peli está relacionada con hincarse una botella de vodka de un solo trago. A buen entendedor...

Michael C. Hall no puede hacer gran cosa con su personaje de villano plano y sin matices. Ni siquiera su numerito musical -un recurso a la desesperada de los monos borrachos- le sirve para que el espectador arquee la ceja. Si pese a todo seguís con fuerza para ver la peli, como yo hice, retorciéndome de dolor en la sala del cine, al menos veréis chicha en la parte del juego de relaciones sociales. La mujer de Butler está bien buena y es muy divertido ver como un gordaco sudoroso juega con ella, literalmente. Eso es lo único gracioso de la peli.


Intenta mirar la foto sin echarle el ojo al culete... MEEEC! MAL!

Me parece un desperdicio porque la idea no era mala del todo. Eso de que los personajes del juego son reales, como en "Tron" (maravillosa película que también va sobre videojuegos y SÍ está bien, por cierto que van a por la secuela pero divago...), propone una idea interesante sobre lo que es real y lo que no. Porque nuestro personajes del "WoW" o del "Sims" o del juego de rol que sea... ¿No son en cierto modo reales? ¿No mueren de alguna manera cuando mueren?
¿Sentirán los flechazos? ¿Les pasará la vida por sus ojos en el momento de expirar? Creo que esos muñequitos pixelados no son tan diferentes de nosotros mismos. Ubi sunt? ¿Quién juega con quién?
Dejo la reflexión absurdo-metafísica en el aire mientras quemo este mojonazo de película.
Game over! A la hoguera, síiiiii!

viernes, 4 de septiembre de 2009

El proyecto de la bruja de Lars


Peli:
"Antichrist"
Puntuación: 9/10



Lo último de Lars Von Trier llega envuelto en polémica. Desde su proyección en el Festival de Cannes y las airadas protestas de parte del público y de la crítica, que contrastaba con la admiración del resto, lo único que se podía constatar era que, de nuevo, este director no deja a nadie indiferente.
"Antichrist" se presentaba en principio como una incursión novedosa en el género de terror, pero parecía haber algo más. Si no, ¿a qué tanto follón?

Efectivamente y sí. "Antichrist" es un pelotazo y es imposible que deje indiferente.
Es dura, chunga, da fatiguilla y tiene escenas que se quedan impresas en la retina por lo truculento. Pero es una excelente película que me ha maravillado. Intentaré explicar por qué.
Primero, la fotografía. Impecable, cuidadísima. Que nadie espere nada grotesco en la factura. Todo lo contrario, es una gozada. Las texturas, los colores, planos deliciosos.
Los actores también están increíbles. Willem Dafoe aparece más guapo que nunca (sí, sí, GUAPO). Charlotte Gainsbourg está que se sale y demuestra el por qué de su premio a la mejor actriz en Cannes.



Pero lo mejor es esa narración impecable, sin huecos. La narración de un director que sabe perfectamente lo que quiere contar y además lo hace con estilo, con estilazo. Lars Von Trier, inconfundible, pero con toques de languidez onírica e introspección en el más puro Tarkovski -no en vano hay dedicatoria final- y con guiños al mejor cine de terror contemporáneo, desde "The Shining", pasando por "Blair Witch Project", hasta Takeshi Miike. Puro Trier, inconfundible, casi infantil, rozando el esperpento, pero con influencias. Eso sí, con las mejores.

Claro, lo que pasa es que el tema es chungo, chungo. Y complejo. Pero qué bien contado.
"Antichrist" hace que la calificación de mayoría de edad para ver una película vuelva a tener sentido. Porque esta es una película para adultos. Yo diría más, para adultos que estén en plena posesión de sus facultades mentales. Y especialmente para adultos con ganas de pasar un mal rato y de verle las fauces al mal más ancestral. Ese que huele cuando suda, vive en agujeros, es de carne y hueso y le gusta reproducirse. Y no es nada sobrenatural, más bien todo lo contrario.
"La naturaleza es la iglesia de Satán". Eso pienso yo cada vez que voy al campo.



Atención: no apta para gente que no esté preparada para vez mutilación explícita y contextualizada. Aviso.
Por una vez me alegra no prender el mechero. Este anticristo recibe la absolución.
Esto... ejem. Absolutio!