sábado, 1 de noviembre de 2014

¿Hay vida después de "True Detective"?

Serie: "True Detective"
Puntuación: 10/10







"From the dusty mesa her looming shadow grows
Hidden in the branches of the poison creosote..."

El rasgueo de la guitarra en un compás tan lúcido como implacable. Suena la voz, grave, melosa, sureña americana. Empieza la intro de "True Detective". Se abre paso lo sublime.

Desde que terminé de ver la serie se cumple hoy una semana. Desde entonces he visto tele, algunos episodios de Louis C.K., la película "X-Men: Days of Future Past" y el primer capítulo de Penny Dreadful. También he revisado las dos primeras partes de "El Hobbit". He disfrutado todo, de alguna manera, pero ya nada es como antes. El problema es que la ficción me parece mayormente descafeinada y bullshitera. El stand-up comedy lo llevo mejor porque es solo ficción a medias. Pero lo otro... todavía se encuentra bajo su sombra (her looming shadow?), la del mejor cuento que me han contado desde que ahora mismo recuerdo.






















Marty y Rust, dos polis de homicidios, trabajan en el caso de un posible asesino en serie que campa por Louisiana en el año 95. En 2012, digamos "el presente", dos polis del nuevo siglo interrogan a los veteranos, que rememoran lo que pasó. Poco a poco se descubre que la historia no quedó totalmente cerrada y que las repercusiones en el presente son más que ondas en el agua. El asesino puede que siga suelto y campando a sus anchas en una región en la que la mayor parte de su horror se lo traga la tierra.

Nic Pizzolatto y Cary Joji Fukunaga, creador y director, son los que hallaron la fórmula filosofal. En concepto la serie es desde luego un proyecto muy atractivo, pero tampoco nada del otro mundo. El guión de Pizzolatto se caracteriza por el elemento filosófico de fuerte componente nihililista-pesimista, impregnado en toda la ambientación y representado principalmente por uno de los protagonistas, el del personaje interpretado por Matthew McConaughey, Rustin Spencer "Rust" Cohle. Martin Hart, Marty, es la otra cara de la moneda: un carácter jovial e impulsivo dominado por los instintos más carnales y primitivos. Una especie de Sancho-Dr. Watson para el Don Quijote-Holmes, el verdadero detective.

"True Detective" enlaza con una reflexión antigua en el género negro: el único que es capaz de detener al villano más cruel es aquel que ha estado en el otro lado, un sádico redimido, un poli con un pie en el abismo. El némesis del mal es el ángel bueno... con alas negras. Este es el puntal de la serie, el personaje encarnado por McConaughey.

Y encima hago unos moñecos de lata que me los quitan de las manos













Honestamente, hasta hace un mes el talento artístico de Matthew McConaughey para la Inquisición rayaba en el cero absoluto. Esto no ha hecho sino acentuar la sorpresa de la actuación, incalificable de buena. Gustosa, el tipo se gusta, lo hace bien y lo sabe. Además ese hálito de prepotencia le va como anillo al dedo al personaje. Lo que McConaughey hace con Rust es tremendo. A Woody Harrelson ya le conocíamos, pero su Marty es el personaje más sólido que le he visto. El tándem, no hay que decirlo, funciona como una sinfonía.

¿Ecos? Sobre todo Lyncheanos. "Memories of Murder", la peli coreana, también. Pero también me viene a la cabeza "The Wire", y hasta algún cómic.
Lo llaman Neo-noir, gótico sureño, principalmente y estaría de acuerdo. Lo que pasa es que la serie funciona a todos los niveles. Hay comedia, terror, acción, sexo, drama familiar, drama social y hasta arte y ensayo. En cuanto a la comedia, la que sale de los diálogos entre los protagonistas sobre todo, con un sentido del humor chungo y renegrido. Mención especial merece alguna escena de acción que todavía tengo impresa en la retina. La del plano secuencia (creo que trucado) del episodio 4, "Who Goes There", simplemente brillante.

El culto empieza
La ambientación de "True Detective" probablemente sea de lo mejor que he visto en años, así como el cásting. No se trata solo de guión, la base aquí es la actuación, el trabajo de método de McConaughey es la piedra fundacional de una serie descomunal que hace que la Inquisición se baje por una vez del burro, esto ya no es lo que era. Hace tiempo que somos fieles a unos principios, solo hacer crítica de cine, pero no puedo hacer oídos sordos a esto. Llevo el duelo de "True Detective" como un aura que dura más de siete días. Es una evidencia.

Y es que ya no es lo mismo, no me saco a Marty y a Rust de la cabeza. Creo que estamos en presencia de un clásico. Si me equivoco, es una de culto, una de dos. Porque el culto ya existe, y la Inquisición lleva ya la túnica y el carné de abonado. Con marcas indelebles.

True Detective. Para rato.