miércoles, 17 de septiembre de 2014

Los portadores de la llama

Peli: "Guardians of the Galaxy"
Puntuación: 9/10







Vuelve la Inquisición a ir al cine tras un torpor de seis meses. ¿Vuelve? No. En realidad nunca se fue. Los que os fuisteis fuisteis vosotros. Mientras vuestro cerebro se recupera de esta frase tan fullera y desconcertante (y por cierto tan fea con esos dos verbos ir y ser como siameses tontos) entro directamente en faena: ¡Cómo mola "Guardians of the Galaxy"!













Los guardianes: un mapache parlante y un árbol con patas, un Darth Maul petado de esteroides, una tipa pintada de verde fosforito y un yoni llamado Star Lord. ¿Estáis de coña? ¿De dónde han salido esos freaks? Cuando vi el cartel de la peli por primera vez pensaba que estaba en un universo alternativo. Eso no podía ser Marvel. Pero así es, un resto de un cómic con no demasiada tirada, agarrándose a la estela de la moda superheroica. El truño era de esperar. Bueno, pues sorpresa y voilá, la película es una joya del entretenimiento.

El argumento no merece la pena ni contarlo, me aburro. Un no-brainer, señor de la guerra, malos, buenos, bla bla bla. Basta decir que es lo suficientemente verosímil e interesante para el género. Vayamos mejor al protagonista y un flash del principio: Peter Quill, un jovencito terrícola, es secuestrado por un jefe de ladrones espacial que le adiestra para la carrera de pirata, saqueador y aventurero. En la primera escena, en un prólogo que bebe y celebra la célebre escena de Indiana Jones y el ídolo, los títulos de crédito. Simplemente, un letrero naranja enorme: GUARDIANS OF THE GALAXY. En un rinconcito de la pantalla, un Peter Quill baila escuchando en su walkman música ochentera mientras se dispone a explorar un edificio en un planeta desierto. Una enzima se dispara en el cerebro y me lanza una frase: "Chumari, vas a pasarlo muy bien". No me equivoqué.

Uy, perdón, es que no sabía para qué servía esta maquinita...












Que la peli mole tiene doble mérito teniendo en cuenta lo extraño y en principio poco atractivo de los personajes. En increíble que hagan truñacos tan enormes con otros personajes mucho más jugosos (léase Daredevil, a bote pronto) y sin embargo esto dé tanto juego. Pero es que los personajes tienen una densidad como pocas veces he visto en una peli basada en un cómic. Los personajes realmente importan. ¿Cómo se hace esto? Me repito: respeto a los personajes, con pinceladas cruciales que dan el matiz maestro en pequeños detalles, algo que se ha hecho bastante bien por ejemplo en la saga de la Patrulla… casi siempre. Recuerdo un plano esencial, brutal, del prota mirando de reojo la espalda de Rocket, el mapache, en la que se ven heridas feas de los experimentos genéticos que le crearon. Un toque sencillo que humaniza al personaje, hasta el momento un bufón.

Al final siempre es lo mismo: el guión, espectacular, es lo que sienta las bases. Claro que el montaje, la música y los efectos también, pero eso no suele fallar. El cásting es también excepcional, muy bien el prota, Chris Pratt, con un carisma sorprendente. Pero añadamos el extra del humor, glorioso. Hay gags simplemente sublimes que me recordaron a la mejor época del entertainment. Sí, la de Lucas-Spielberg. Eso es. Ni Abrams ni pollas. El portador de la llama se llama James Gunn. No hay otra forma de hacer que la historia vuele, para empezar hay que reírse un poco de uno mismo, algo que funciona últimamente muy bien en Marvel gracias, principalmente, a Tony Stark. Con "Guardians" se alcanza la genialidad y recuerda al mejor Indy Jones. Todo ese alivio cómico tan necesario que suele salir mal si se fuerza. No hace falta que os recuerde las pifias de las últimas pelis de Lucas, ¿verdad? Misa desgraciadamente no olvida.

Ejem, ejem...

















El primer contacto de la Inquisición con Gunn fue en el festival de Sitges, en una pequeña gran película llamada "Super", mítica y brutal revisión del superhéroe de barrio. Gunn muestra en Guardians que está preparado para el gran cine, oh sí. Más que eso. Ha pasado de aprendiz a maestro. Y es que la magia no se encuentra copiando y recuperando. Me acuerdo de "Super 8", un semifallo demasiado heredero de los ochenta. No estaba mal, pero así no se hace. No hace falta tanto respeto. Mejor empezar de cero y celebrarlo todo con más descaro. Como James Gunn. Vaya sorpresa, un regalito caído del cielo.

La perfección no existe pero casi. En este género, el hecho de que me den ganas de volver a entrar en la sala nada más salir de ella, como si de una atracción se tratase, eso ya es mucho. Lo habría hecho, si no fuera por el yuyu que provoca el careto azul de Michael Rooker, lo único que me dio grimilla de toda la experiencia. En cualquier caso, la peli merece la pena solo por escuchar esos compases de "Moonage Daydream", de Bowie, a la entrada en el cráneo del titán espacial. Una joya.

Creo que la metáfora de la llama la pillo de "The Road". No importa. La llama la llevan estos y se la pueden pelear a los Vengadores y la Patrulla. Vivir para ver.

Absolutio!

Nota post entrada [SPOILER]: ¿Howard el Pato? ¿REALLY?