sábado, 1 de noviembre de 2014

¿Hay vida después de "True Detective"?

Serie: "True Detective"
Puntuación: 10/10







"From the dusty mesa her looming shadow grows
Hidden in the branches of the poison creosote..."

El rasgueo de la guitarra en un compás tan lúcido como implacable. Suena la voz, grave, melosa, sureña americana. Empieza la intro de "True Detective". Se abre paso lo sublime.

Desde que terminé de ver la serie se cumple hoy una semana. Desde entonces he visto tele, algunos episodios de Louis C.K., la película "X-Men: Days of Future Past" y el primer capítulo de Penny Dreadful. También he revisado las dos primeras partes de "El Hobbit". He disfrutado todo, de alguna manera, pero ya nada es como antes. El problema es que la ficción me parece mayormente descafeinada y bullshitera. El stand-up comedy lo llevo mejor porque es solo ficción a medias. Pero lo otro... todavía se encuentra bajo su sombra (her looming shadow?), la del mejor cuento que me han contado desde que ahora mismo recuerdo.






















Marty y Rust, dos polis de homicidios, trabajan en el caso de un posible asesino en serie que campa por Louisiana en el año 95. En 2012, digamos "el presente", dos polis del nuevo siglo interrogan a los veteranos, que rememoran lo que pasó. Poco a poco se descubre que la historia no quedó totalmente cerrada y que las repercusiones en el presente son más que ondas en el agua. El asesino puede que siga suelto y campando a sus anchas en una región en la que la mayor parte de su horror se lo traga la tierra.

Nic Pizzolatto y Cary Joji Fukunaga, creador y director, son los que hallaron la fórmula filosofal. En concepto la serie es desde luego un proyecto muy atractivo, pero tampoco nada del otro mundo. El guión de Pizzolatto se caracteriza por el elemento filosófico de fuerte componente nihililista-pesimista, impregnado en toda la ambientación y representado principalmente por uno de los protagonistas, el del personaje interpretado por Matthew McConaughey, Rustin Spencer "Rust" Cohle. Martin Hart, Marty, es la otra cara de la moneda: un carácter jovial e impulsivo dominado por los instintos más carnales y primitivos. Una especie de Sancho-Dr. Watson para el Don Quijote-Holmes, el verdadero detective.

"True Detective" enlaza con una reflexión antigua en el género negro: el único que es capaz de detener al villano más cruel es aquel que ha estado en el otro lado, un sádico redimido, un poli con un pie en el abismo. El némesis del mal es el ángel bueno... con alas negras. Este es el puntal de la serie, el personaje encarnado por McConaughey.

Y encima hago unos moñecos de lata que me los quitan de las manos













Honestamente, hasta hace un mes el talento artístico de Matthew McConaughey para la Inquisición rayaba en el cero absoluto. Esto no ha hecho sino acentuar la sorpresa de la actuación, incalificable de buena. Gustosa, el tipo se gusta, lo hace bien y lo sabe. Además ese hálito de prepotencia le va como anillo al dedo al personaje. Lo que McConaughey hace con Rust es tremendo. A Woody Harrelson ya le conocíamos, pero su Marty es el personaje más sólido que le he visto. El tándem, no hay que decirlo, funciona como una sinfonía.

¿Ecos? Sobre todo Lyncheanos. "Memories of Murder", la peli coreana, también. Pero también me viene a la cabeza "The Wire", y hasta algún cómic.
Lo llaman Neo-noir, gótico sureño, principalmente y estaría de acuerdo. Lo que pasa es que la serie funciona a todos los niveles. Hay comedia, terror, acción, sexo, drama familiar, drama social y hasta arte y ensayo. En cuanto a la comedia, la que sale de los diálogos entre los protagonistas sobre todo, con un sentido del humor chungo y renegrido. Mención especial merece alguna escena de acción que todavía tengo impresa en la retina. La del plano secuencia (creo que trucado) del episodio 4, "Who Goes There", simplemente brillante.

El culto empieza
La ambientación de "True Detective" probablemente sea de lo mejor que he visto en años, así como el cásting. No se trata solo de guión, la base aquí es la actuación, el trabajo de método de McConaughey es la piedra fundacional de una serie descomunal que hace que la Inquisición se baje por una vez del burro, esto ya no es lo que era. Hace tiempo que somos fieles a unos principios, solo hacer crítica de cine, pero no puedo hacer oídos sordos a esto. Llevo el duelo de "True Detective" como un aura que dura más de siete días. Es una evidencia.

Y es que ya no es lo mismo, no me saco a Marty y a Rust de la cabeza. Creo que estamos en presencia de un clásico. Si me equivoco, es una de culto, una de dos. Porque el culto ya existe, y la Inquisición lleva ya la túnica y el carné de abonado. Con marcas indelebles.

True Detective. Para rato.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Los portadores de la llama

Peli: "Guardians of the Galaxy"
Puntuación: 9/10







Vuelve la Inquisición a ir al cine tras un torpor de seis meses. ¿Vuelve? No. En realidad nunca se fue. Los que os fuisteis fuisteis vosotros. Mientras vuestro cerebro se recupera de esta frase tan fullera y desconcertante (y por cierto tan fea con esos dos verbos ir y ser como siameses tontos) entro directamente en faena: ¡Cómo mola "Guardians of the Galaxy"!













Los guardianes: un mapache parlante y un árbol con patas, un Darth Maul petado de esteroides, una tipa pintada de verde fosforito y un yoni llamado Star Lord. ¿Estáis de coña? ¿De dónde han salido esos freaks? Cuando vi el cartel de la peli por primera vez pensaba que estaba en un universo alternativo. Eso no podía ser Marvel. Pero así es, un resto de un cómic con no demasiada tirada, agarrándose a la estela de la moda superheroica. El truño era de esperar. Bueno, pues sorpresa y voilá, la película es una joya del entretenimiento.

El argumento no merece la pena ni contarlo, me aburro. Un no-brainer, señor de la guerra, malos, buenos, bla bla bla. Basta decir que es lo suficientemente verosímil e interesante para el género. Vayamos mejor al protagonista y un flash del principio: Peter Quill, un jovencito terrícola, es secuestrado por un jefe de ladrones espacial que le adiestra para la carrera de pirata, saqueador y aventurero. En la primera escena, en un prólogo que bebe y celebra la célebre escena de Indiana Jones y el ídolo, los títulos de crédito. Simplemente, un letrero naranja enorme: GUARDIANS OF THE GALAXY. En un rinconcito de la pantalla, un Peter Quill baila escuchando en su walkman música ochentera mientras se dispone a explorar un edificio en un planeta desierto. Una enzima se dispara en el cerebro y me lanza una frase: "Chumari, vas a pasarlo muy bien". No me equivoqué.

Uy, perdón, es que no sabía para qué servía esta maquinita...












Que la peli mole tiene doble mérito teniendo en cuenta lo extraño y en principio poco atractivo de los personajes. En increíble que hagan truñacos tan enormes con otros personajes mucho más jugosos (léase Daredevil, a bote pronto) y sin embargo esto dé tanto juego. Pero es que los personajes tienen una densidad como pocas veces he visto en una peli basada en un cómic. Los personajes realmente importan. ¿Cómo se hace esto? Me repito: respeto a los personajes, con pinceladas cruciales que dan el matiz maestro en pequeños detalles, algo que se ha hecho bastante bien por ejemplo en la saga de la Patrulla… casi siempre. Recuerdo un plano esencial, brutal, del prota mirando de reojo la espalda de Rocket, el mapache, en la que se ven heridas feas de los experimentos genéticos que le crearon. Un toque sencillo que humaniza al personaje, hasta el momento un bufón.

Al final siempre es lo mismo: el guión, espectacular, es lo que sienta las bases. Claro que el montaje, la música y los efectos también, pero eso no suele fallar. El cásting es también excepcional, muy bien el prota, Chris Pratt, con un carisma sorprendente. Pero añadamos el extra del humor, glorioso. Hay gags simplemente sublimes que me recordaron a la mejor época del entertainment. Sí, la de Lucas-Spielberg. Eso es. Ni Abrams ni pollas. El portador de la llama se llama James Gunn. No hay otra forma de hacer que la historia vuele, para empezar hay que reírse un poco de uno mismo, algo que funciona últimamente muy bien en Marvel gracias, principalmente, a Tony Stark. Con "Guardians" se alcanza la genialidad y recuerda al mejor Indy Jones. Todo ese alivio cómico tan necesario que suele salir mal si se fuerza. No hace falta que os recuerde las pifias de las últimas pelis de Lucas, ¿verdad? Misa desgraciadamente no olvida.

Ejem, ejem...

















El primer contacto de la Inquisición con Gunn fue en el festival de Sitges, en una pequeña gran película llamada "Super", mítica y brutal revisión del superhéroe de barrio. Gunn muestra en Guardians que está preparado para el gran cine, oh sí. Más que eso. Ha pasado de aprendiz a maestro. Y es que la magia no se encuentra copiando y recuperando. Me acuerdo de "Super 8", un semifallo demasiado heredero de los ochenta. No estaba mal, pero así no se hace. No hace falta tanto respeto. Mejor empezar de cero y celebrarlo todo con más descaro. Como James Gunn. Vaya sorpresa, un regalito caído del cielo.

La perfección no existe pero casi. En este género, el hecho de que me den ganas de volver a entrar en la sala nada más salir de ella, como si de una atracción se tratase, eso ya es mucho. Lo habría hecho, si no fuera por el yuyu que provoca el careto azul de Michael Rooker, lo único que me dio grimilla de toda la experiencia. En cualquier caso, la peli merece la pena solo por escuchar esos compases de "Moonage Daydream", de Bowie, a la entrada en el cráneo del titán espacial. Una joya.

Creo que la metáfora de la llama la pillo de "The Road". No importa. La llama la llevan estos y se la pueden pelear a los Vengadores y la Patrulla. Vivir para ver.

Absolutio!

Nota post entrada [SPOILER]: ¿Howard el Pato? ¿REALLY?

martes, 18 de febrero de 2014

Una estafa de pelotas


Peli: "American Hutsle"
Puntuación: 9/10







Hay pelis que parecen diseñadas genéticamente para la carrera a los óscars. Las características comunes suelen ser: género dramático, metraje largo, reparto coral apabullante y tema profundamente americano. "American Hustle" responde al plan, especialmente en estas dos últimas categorías. Si además le sumamos el esfuerzo de alguno de los protagonistas para "metamorfosearse" y hacer de subnormal, tonto o friki, tendrá el añadido de carrera a la mejor interpretación. Léase Christian Bale. Pero no se engañen, queridos lectores de la Inquisición. Esta película no es un engendro programado para llevarse premios. Esta película es un ejercicio de autor, un trabajo coral de primera calidad con fucking amazing bits of great acting. "American Hustle" es un regalo para el espectador, un peliculón.



























Lo primero que resulta profundamente americano es el propio título, difícilmente traducible. To hustle es uno de esos verbos comodín y polisémicos que lo mismo significan luchar, pelear, que hacer trapicheos y chanchullos. Un hustler es lo mismo un buscavidas que un chapero que un estafador. El significado que nos interesa en el título es más bien este último, por eso el título español de "La gran estafa americana" no va del todo desencaminado. Por lo menos no la llamaron "Una estafa de pelotas", como hubieran hecho en los 80, un tema que le obsesiona a mi hermano (no sé si por las pelotas o por los 80).

  19 h
Christian Bale, el único hombre que puede estar gordo como un zollo y llevar peinado cortinilla y seguir siendo Cool
Paco escribe esto en Twitter y ya se queda tranquilo. Yo, sin embargo, llevo mi cruz de inquisidor y siento el impulso primigenio de desglosaros el por qué esta peli es un pepinazo. Cito a Paco no solo porque estoy completamente de acuerdo con el director sevillano; lo cito porque yo dije las mismas palabras ayer al salir del cine. ¿Mera casualidad? ¿Sincronía? Puede ser. Pero es jodidamente cierto.

La peli abre con unos títulos sobre negro que dicen "Some of this actually happened". A continuación tiene lugar la mejor escena de apertura que he visto en mucho tiempo. Un tipo con pinta de desgraciado, Irving Rosenfeld, se acicala delante de un espejo. Unas hilachas de pelo negro, tripón y pegamento se transforman en alguien que puede dar la cara al mundo, enfrentarse a quien sea. Luego, el encontronazo con dos personajes y una tensa discusión. Es difícil dar tanta información por segundo, saltan chispas, el carisma es apabullante. Entran los créditos y suena la música. Empieza el show.

The lorz of the rings (lorz as in "lorzas")














¿Cómo lo hace Bale? Está en la esencia del personaje, y así lo transmite el actor, así lo sustenta la historia y así lo consigue el director. Supongo que parte del truco está en esta primera escena. Se crea el personaje desde dentro hacia fuera. Primero nos muestran su debilidad, su interior frágil, lleno de inseguridades. Luego hacemos zoom hacia afuera y viene todo lo demás. Una cosa que hace también muy bien por cierto Paco Cabezas en sus guiones, trabajar los personajes de dentro hacia fuera, si es necesario volviendo a su infancia (¿Scorsese?). Y por supuesto, la química con las actrices, que tiene que funcionar y oh yeah si funciona. Uno se cree ese flechazo, el casamiento con la otra. Si dos lagartas de ese calibre se pegan por él... ¿no va a ser cool?

En fin, sobre el argumento: un timador y su novia se ven obligados a colaborar con un agente del FBI para desenmascarar a políticos corruptos. La trama se les va de las manos casi desde el principio y todo se ve complicado por los vínculos afectivos que se establecen entre ellos mismos y un político honrado y la mujer de Irving, una furibunda y temible ama de casa que lo tiene pillado por los huevos. Luego están los jefes del agente del FBI, como testigos de todo el caso, y al otro lado del espectro la mafia italiana, la de Robert de Niro. 

Lo mejor de "American Hustle" no es la actuación, ni el guión, ni la ambientación, ni el montaje, no. Lo mejor es la comedia, y cómo todo gira alrededor. El guión, del propio director y de un tal Eric Warren Singer es simplemente escandaloso. Pero los actores lo levantan como un soufflé. Hay escenas que sobre el papel son magistrales, me las imagino escritas y ya vibran solas. Sin embargo, en el quinteto formado por Christian Bale, Amy Adams, Bradley Cooper, Jeremy Renner y Jennifer Lawrence hay tanto talento que saltan chispas en la interacción. Lo mejor sin duda es cómo surge la risa como alivio cómico en momentos de tensión. Memorables las escenas de Irving enfrentándose a su mujer o el maravilloso gag continuado de la historia de los hermanos que se fueron de pesca sin el permiso de su padre, contada por el anticlimático personaje interpretado por Louis C. K. Simplemente brillante.

¡No, no es así como termina la historia!










Apenas sabría por dónde empezar para describir la maestría de O. Russell. Primero, en la narración. El director reinventa el flashback y lo revitaliza, añade la inevitable voz en off del género, totalmente necesaria para que entendamos todos estos tejemanejes. Se suma la caracterización de los personajes del que sabe que lo que cuenta es el detalle (ese agente del FBI con rulos limpiando el acuario sucio de su madre). Y sobre todo, sienta unas bases en las historias que subyacen a la trama principal. Lo que más mola es lo que no se ve, lo que no se dice, la electricidad que fluye entre los personajes y la energía que no desaparece, sino que se transforma, va de un lado para otro y uno tiene que reevaluar en cada momento quién quiere a quién. Porque "American Hustle" es un cuento de influencias, intrigas, amistad y mentiras, pero sobre todo es una retorcidísima comedia romántica jodidamente bien narrada.















Desde que vi la película tengo a estos personajes impresos en la retina. Qué queréis que os diga, hacía tiempo que no me reía tanto. Joder, es un puto jolgorio. Consentiré alguna crítica al uso excesivo y un poco hortera de la banda sonora, pero nada más. Yo solo veo genio y fuerza en un producto magistralmente escrito e interpretado y bien cerrado con un montaje eléctrico.

No digo más.

Absolutio, oh yeah. 

martes, 11 de febrero de 2014

Premios Inquisitoriales: Autos de fe 2014

[Se descorre el telón. Suena unos compases de "El Lago de los Cisnes". En el escenario, iluminado con una tenue luz azul, se atisba un paisaje helado y nocturno. Un lago congelado y el cielo estrellado y sin luna dejan apenas ver a una figura en sombra en el centro. Se enciende un foco cenital y Chumari de Tomelloso parpadea sorprendido, parece que le han despertado de una siesta. Quizás por el sobresalto, trastabilla y cae sobre su trasero. Nos damos cuenta de que lleva unos patines de cuchilla, con los que intenta levantarse ayudándose con las manos -sin conseguirlo- en el resbaladizo suelo. Los segundos parecen horas mientras sigue intentando levantarse, resbalando y cayendo por enésima vez. Tchaikovski sigue sonando y acompañando este patético comienzo de show.]

[Tras largos minutos, Tomelloso consigue ponerse en pie. Altivo y digno, aguantando la pose como si no hubiera pasado nada y apenas guardando el equilibrio, se quita las capas con dignidad. Debajo de las capas lleva un tutú blanco de ballet. No nos habíamos dado cuenta, pero bajo la capucha llevaba un maquillaje que solo parece acentuar su fealdad. Probablemente se lo ha puesto él mismo, sin espejo y apresuradamente. La figura es esperpéntica, el travesti más mamarracho y peor vestido que uno haya visto parece Charlize Theron al lado de esto. Tomelloso estornuda.]

¡At-chisss!  ¡Bienvenidos a la gala de los pre... ¡chisss! Inquisttt... ¡chuag! Inquisitoriales 2014!
Los premios... ¡sobre hielo!

[Tomelloso empieza a desplazarse hacia la izquierda de la escena. La música emprende un crescendo que contrasta con las torpes evoluciones del bailarín, que apenas consigue moverse del sitio, resoplando y poniendo cara de esfuerzo y dolor absoluto. Es el súmum del anticlimax. Después de un minuto largo que parece una hora, el inquisidor consigue llegar al telón izquierdo, al que se abraza justo a tiempo para no caer.]

¡Que empiece el -arf- SHOW!

[Suena una música "tecno" atronadora. En el fondo de la escena, un par de ruedas de bengalas empiezan a girar. Se ilumina el patio de butacas con luces disco. Huelga decir que no hay ni un alma. En el fondo del escenario se iluminan letras hechas con bengalas, pero muy torpemente. Resulta difícil leer: AUTOS DE FE 2014. Suenan aplausos grabados, probablemente de un concierto de Ricky Martin, porque se oye a la gente corear ¡"Ricky, Ricky"!]   

Gracias a todos. [Se cortan los aplausos y la música]
Vuelve Chumari de Tomelloso un año más a dar el callo y entregar los premios estos en los que me gasto todo el estipendio que me manda el Vaticano, ¿total para qué? Nadie aprecia el ballet estos días y menos sobre hielo. Panda de insensibles. Doy paso a otorgar los premios que damos cada año, el 11 de febrero, día mundial del roedor y cumpleaños de Meado Vives de Languedoc.

Sin más dilación el Mantecado de Oro a la mejor película de 2013 goes to...

PACIFIC RIM












Sí señor, ni cine de autor ni pollas in vinegar. La peli más rompedora del año, lo más divertido y desproporcionado, lo más descarado y maravillosamente tontuno: Jaegers gigantes. Os digo la verdad: es la única película que volvería a ver y por la que volvería a pagar. Este año me puede el amor a la desmesura. ¡Vengan ostias como panes! Un mantecado de oro con toda la humildad para esta joya friki e incomprendida.

Ahora me toca hablar de lo peor y creo que nunca lo he tenido más claro. La Copa del Meado se va para...

LOS PASANTES MASAJEROS












Eso, los "Mamantes Pajareros", los "Amantes Pasajeros", coño, que no me sale. Probablemente la peor película de Almodóvar hasta la fecha, esperpento Made in Spain, una tontá que no funciona ni como drama, ni como comedia y mucho menos como crítica social. Puede que como mamarracho, eso sí.

Me complace añadir un apartado este año: el premio "Crutón" (que no "cutrón") al actor que ha estado hasta en la sopa. Antes no era nadie y de un tiempo a esta parte y mires donde mires allá que está él.
Inaugura esta categoría ganando por goleada porque estuvo en todo. En las series, en las oscarizables, en lo comercial, en el teatro y en lo friki.
¿Está claro, no?
El premio Crutón se va este año a...

BENEDICT CUMBERBATCH












Es que hasta da gustico decir el nombre, Cumberbatch, Cumberbatch, se te llena la boca, Benedict Cumberbatch. Cumberbatch. CUMBERBATCH. Adictivo. (Lo sigo repitiendo en mi cabeza hasta que pierde el sentido, cumberbatch, cumberbatch, puedo estar así toda la noche...).

[Chumari cae en una ensoñación de siglos.]

Y por fin, el Mantecado a la mejor interpretación.
Muchos han sido los nominados, pero el premio de este año -y de siempre- a la mejor interpretación se va para...

PEDRO OSINAGA












Que no se diga que el cine español no furula, hombre. Valga como premio de honor a un actor que me hace reír, que me hace feliz y soñar, sobre todo en su papel de alfarero que "busca que te busca, busca el bermellón" en la comedieta protagonizada por Rocío Dúrcal "Tengo 17 años". ¡Peliculón!

Y ahora os dejo con el número musical que llevo todo el año ensayando. Con vosotros...

[Con un estruendo ensordecedor, el techo del teatro se rompe. Aparece un puño gigante y reptiloide que atrapa a Tomelloso y lo empieza a estrujar. Tomelloso berrea. Sorprendentemente, su grito de socorro se transforma... parece como que canta...¡un tema de Whitney!]

AAAAAAAAAAAIAAAA... GÜIL ALWEIS LOBYUUU!
¡Gracias a todos, fans de la Inquisición, sí, vosotros cuatro! ¡Saludos chu-chu...!

[El teatro se viene abajo. MUTIS]

miércoles, 8 de enero de 2014

Me crecen los enanos


Peli: "The Hobbit: The Desolation of Smaug"
Puntuación: 6/10







En teoría poco habría que comentar sobre la segunda entrega de "El Hobbit". Las objeciones surgen a raíz del propio concepto y la perspectiva de la Inquisición ya quedó clara hace un año. Pero me gustaría contaros por qué la segunda parte me gusta un poco menos que la primera. Si había objeciones, ahora hay molestias claras. ¡Me crecen los enanos!






















En esta segunda parte seguimos a Bilbo Bolsón y a sus barbados amigos hasta la Montaña Solitaria, no sin antes pasar por la casa de Beorn, el Bosque Negro, las mazmorras del rey elfo, el viaje en barriles y la escala en Esgaroth, la ciudad del lago. Por fin veremos a Smaug el terrible y poco más, la tercera entrega se ocupará de contarnos la Batalla de los Cinco Ejércitos. 

Terminaba mi reflexión de hace un año diciendo que Tolkien probablemente habría bendecido esta versión de su hobbit. En la segunda entrega ya no estoy tan seguro. La decisión comercial de expandir el cuento para hacerlo precuela del anillo afecta ahora de forma más negativa. Por un lado en la profusión de escenas "de relleno", la mayoría de acción. Por otro, al añadido de personajes y líneas narrativas que en el libro o no existían o quedaban solo sugeridas. Lo más sonado en este aspecto ha sido la aparición de los elfos Legolas y Tauriel y las incursiones de Gandalf en lugares chungos como Dol Guldur.

Gandalf, tú ve tirando pa Dol Guldur y yo te alcanzo si eso












Los momentos estrella en esta parte serían sin duda la escaramuza con las arañas tras el largo calvario del bosque, el viaje en toneles, el hallazgo de la puerta secreta y por fin el encuentro -y diálogo- de Bilbo con Smaug, un momentazo del libro. 
En la peli es otro rollo. Peter Jackson se lía la manta a la cabeza y se pasa tres pueblos con las licencias metiendo escenas superfluas que son más superfluas que nunca. No me molesta mucho que metas una heroína elfa, por la igualdad de sexos y la llamada al público femenino, vale el rollo comercial de que salga Legolas, de acuerdo. Pero separar a los protagonistas con una argucia argumental de poca monta y montar pifostios en plan parque temático ya me parece un poco demasiado.

Sobre todo porque todo este circo desplaza en relevancia a los momentos clave. A la peli en mi opinión le faltan momentazos míticos. Parece que Jackson se ha visto obligado a elaborar una parafernalia que llene una trilogía y de repente -y de forma no menos irónica- tiene que recortar muchísimo del libro, sobre todo de la primera sección. La escena de Beorn dura como cinco minutos, y la parte del Bosque Negro en particular está hecha como deprisa y corriendo. El bosque negro debería haber sido un sitio oscuro, reverencial, casi como unas minas de Moria. Y en esta peli parece un mini-golf.

Uf, qué alivio, ahí abajo hay una peste a pies...










El departamento artístico de esta saga siempre se ha caracterizado por alcanzar la excelencia. "La desolación", sin embargo, me pareció estéticamente irregular y deslucida en comparación con las demás, y no solo por el bosque. En algunos momentos de los rápidos hay planos que parecen filmados con un i-phone. ¿Y soy solo yo o la escena en que Sauron se convierte en ojo es ridícula como poco satisfactoria? Por momentos me pareció estar viendo una saga menor, como una producción hecha para televisión.

No es por seguir tocando los cojones, pero OTRA cosa que me llama la atención es lo antipáticos que resultan los personajes. Será por el tono grandilocuente de la saga, que no tiene nada que ver con el libro, pero los personajes están como quemados todo el rato, como si les acabaran de bajar el sueldo. ¿Qué pasó con esas cancioncillas? El tono jocoso y un poco inconsciente del cuento se cambia por el rollo apocalíptico más propio de la trilogía del anillo y la verdad, no sé si me gusta del todo. En el libro Beorn era mucho más simpático, los enanos eran más graciosos, hasta Bilbo caía mejor. Por no hablar del gilipollas de Legolas, que desde luego sale a su padre. Orlando Bloom y su uni-gesto de encabronado no cambian en toda la peli.

Es que me molestan taco las lentillas













No me malinterpreten, sigo siendo defensor de Peter Jackson y me parece que su visión es correcta y bien actualizada. Lo que pasa es que cae víctima del propio éxito de la primera saga. Gran parte del tiempo uno está deseando que la peli no termine nunca, y las partes del dragón con Bilbo me parecieron muy deleitosas. También son muy buenos los actores nuevos, mención especial a Alfrid, el mejor secuaz del año, un divertidísimo Ryan Gage, sirviente asquerosito del alcalde de Lago, Stephen Fry.

Sin embargo otra gran parte de la peli uno se siente como un canelo, sentado en un patio de butacas lleno de otros canelos que están perdiendo el tiempo mirando cómo unos orcos se dan de tortas infinitas y aburridas con elfos una y otra vez. La lucha de Legolas en especial es infumable y falta de emoción (sabemos que no va a morir, hello!) y las partes del bosque de cartón piedra realmente mal contadas, como con ganas de acabar rápido y llegar a lo importante que es... ¿una historia de amor entre un enano y una elfa? Y que conste que no me molesta mucho, el rollo de amor interracial es muy tolkieniano, lo que me fastidia es que todo esto vaya en detrimento de lo que debería ser más importante. El resultado es que la saturación de elementos fastidia un poco el tapiz general. Más que llamarse "El Hobbit" esta peli debería llamarse "Variaciones sobre el Hobbit de Tolkien, por Peter Jackson".

En fin, una secuela esperada y esperable, que deleitará a los fans acérrimos y aburrirá a los indiferentes. A los demás, pues realmente ni fu ni fa, es prescindible dependiendo del número que calces en el universo de espada y brujería.

¡Nos vemos dentro de un año!

Absolutio.