sábado, 26 de febrero de 2011

El rey que rompió a hablar


Peli:
"The King's Speech"
Puntuación: 8/10



¿Hay algo peor que el pestazo a sobaco de un extraño? Ese momento infame en que la vaharada de sudor reconcentrado pasa casi visiblemente por delante de uno y lo único que puede hacerse es apartar un poco la nariz estoicamente hasta que pase.
Bien, amigos de la Inquisición. Pues ayer me tocó ver "The King's Speech" sentado al lado del tipo con el sobaco más apestoso de la tierra. Podéis imaginaros la tortura. Sala petada, buenos asientos, sonido dolby surround... y olor corporal.
La verdad, cada vez me cuesta más seguir defendiendo la tesis de ir a las salas...



Con esta son ya cinco pelis que he visto de las que van nominadas a los oscars de este año, tras "Inception", "Toy Story 3", "True Grit" y "The Social Network". Tengo también el plan de ver al menos "Black Swan" y "The Fighter". Las demás o no me apetece o no tengo posibilidad.
Hasta ahora el nivel ha sido bueno. "The King's Speech" no se queda a la zaga. Como esperaba, merece la pena. La razón principal: los actores. Sobre todo un prenda llamado Colin Firth.

Colin Firth. Ya hemos hablado mucho y bien de este actor en la Inquisición. Tuvo su propio párrafo cuando hablamos de aquella patata llamada "A Single Man", de la que quemamos todo excepto a su actor protagonista. Este hombre se sale. Si no le dan el oscar va a ser la mayor injusticia de la historia. Su interpretación del príncipe Alberto, Duque de York, heredero a la corona y empecinado tartamudo, es enternecedora, inspirada, mágica. Si se le añade a la ecuación la maestría de otro genio, el bueno de Geoffrey Rush, un actorazo al que le sobran los epítetos, el espectáculo está servido. La película está bien, la realización es impecable. Pero los diálogos entre Rush y Firth, logopeda y futuro rey, son simplemente sublimes. Un deleite para este humilde inquisidor, que se quita el sombrero lleno de manchas de grasa.

La historia que se cuenta es sencilla y sigue una estructura clásica. Se trata de una historia de superación al más puro estilo "Rocky", con el elemento añadido de la relación entre los dos personajes protagonistas, que como en cualquier comedia romántica, está salpicada de altibajos. Al final llega el combate, pero antes una última crisis y reconciliación entre los amigos. Predecible, pero bien llevado. Y oye, que sales del cine con el corazón contento, que últimamente cuesta que ocurra con pelis de calidad. Lo único malo es el anticlimax de la penosa actuación de Timothy Spall como Winston Churchill, que más que Churchill parece Popeye. Cada vez me gusta menos este actor. Mal. ¡MAL!

Poseso, absolución al rey y a su troupe, con olor corporal y todo. Merece la pena.
Pegamos el sello de garantía de la Inquisición. Ahora... a por el cisne.
Saludos churruscados.

domingo, 20 de febrero de 2011

Yo soy de Woody Allen


Peli:
"You Will Meet a Tall Dark Stranger"
Puntuación: 9/10



Hace no mucho hablaba de la tardanza de los estrenos de ciertas películas en Moscú. Cuando algunas se estrenan semanas y hasta meses antes, para otras hemos de esperar un tiempo ridículo. He aquí un caso fresco: "Conocerás al hombre de tus sueños", de Woody Allen, estrenada en España en agosto del año pasado, llega ahora, el 17 de febrero para más señas. Lo mismo pasó con "The Ghost Writer", de Polanski. En esta entrada ya me quejaba de este fenómeno. ¿Por qué será que pasa esto?



El caso es que había leído críticas malas sobre esta película, entre las que destacaba un general "es una obra menor de Woody".
Menos mal que la Inquisición no reconoce más que su propio criterio, que si no nos habríamos perdido un peliculón. Porque esto es lo que es, ni más ni menos. Un peliculón más de este genio del cine, que no hace más que sorprenderme y dar pasos hacia arriba en el escalafón.

"You Will Meet a Dark Stranger" es la cuarta película de la saga londinense de Woody Allen, tras las estupendas "Match Point", "Scoop" y "Cassandra's Dream". Como en otras ocasiones, se trata de un drama coral sobre el amor, la muerte, la decepción y las mentiras. En fin, sobre la vida. En este caso, y de nuevo otra vez, de un grupo de personas de clase media-alta acomodada, los típicos peones del Woody Allen de madurez. La peli está protagonizada por Anthony Hopkins, Antonio Banderas, Josh Brolin, Naomi Watts y otros prendas.

Como hablamos tras la peli en la fantástica tertulia que tuvimos Anton, Luba y yo mesmo, la peli se caracteriza por prescindir del absurdo del que suele hacer gala Allen para provocar la risa -a veces todo lo contrario- o simplemente activar una crisis entre los personajes. No, esta vez se retratan unos hechos relativamente normales, casi rutinarios. Un matrimonio en crisis, o dos, nuevas relaciones que traen la esperanza (a veces de forma ridícula, con la intervención de una médium, de ahí el título), aspiraciones laborales y artísticas, algunas frustradas y otras cumplidas. Un retrato fiel y sin afectación que muestra lo mejor de Woody Allen en los diálogos y la dirección.

No sé si seré yo, pero encuentro más autenticidad en 20 minutos de Woody Allen que en el resto de películas que me he tragado en el último mes. Aprietes donde aprietes sale jugo por todas partes, como si de un clásico ruso se tratara.
Se trata esta de una película para revisar dentro de unos años. La obra de Woody Allen se nutre de pequeñas maravillas como esta, que ahora pasan medio desapercibidas, pero que en 20 o 30 años se utilizarán para ilustrar el apogeo de un autor ya mítico en el presente.

Quizás lo más notable es la calidad que tiene el tipo para contar una anécdota y dotarla de realidad. A partir de ahí, solo cabe disfrutar de la trascendencia del buen cine.
Me vuelvo a quedar con la sensibilidad de Allen para retratar a sus mujeres protagonistas, así como del drama y de la tragedia más tensa que surge de las situaciones familiares del día a día. Y sobre todo, de la maestría con la que aún sabe tratar las situaciones de enamoramiento, ilusión y desencanto. Mención especial merece la química que destilan las cuatro escenas entre Watts y Banderas. No me digan que esta es una obra menor. Digan que trata de gente ordinaria, de acuerdo. Pero no me negarán que el retrato es antológico. O será que yo soy de Woody.


Yo soy de Woody Allen

Una nueva película de madurez de Allen, suave y sencilla o dura y fea como la vida misma, según se mire o según se vea. En el cine, ayer, con un sonido malo, aún así la gente aplaudió (aplaudió!) al director de Brooklyn como si de un estreno en festival de cine se tratara.
Escucharé críticas negativas en el sentido de obra como conjunto y por agravio comparativo, pero ni aun así las entenderé. No hay hueco donde meter una cerilla, sería como quemar un capítulo de Tolstoi.

Absolutio suma.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Con un par


Peli:
"True Grit"
Puntuación: 8/10



Esto de los oscars es demasié. ¿Por qué tenemos que esperar a febrero para que llegue toda la crema de Hollywood mientras el resto del año nos bombardean a pestiñacos? Es verdad que este sábado daba gusto ver la sala petada de gente en el Pioner. Fray Richard y yo llegamos media hora antes y solo quedaban dos asientos juntos, ¡dos! Los empresarios del cine estarían respirando aliviados. Lo comparo a cuando fui a ver otra con Jeff Bridges, “Tron Legacy”, que éramos tres gatos, literalmente. Está claro que la industria funciona en febrero gracias a los premios de la academia. ¡Más madera!

Sea como sea, llegan los Coen con su nuevo western y todos vamos en tropilla para recibir nuestra ración de carne. Es lo que hay. La peli llega avalada con criticazas. Y aunque no fuera así, solo el cartel da ganas de tirarse a la taquilla dando codazos.


¿Que no?

Como todos sabréis ya, la peli es un remake de una de los 60 por la que John Wayne ganó el óscar. Todos recordamos su sheriff con parche. Esta vez el papel lo interpreta el gurú de los Coen, Jeff Bridges. Como veis en el cartel también sale Josh Brolin, otro fetiche de los Coen. Se suma al trío Matt Damon, en una jugada magistral tanto a nivel profesional como interpretativo que revaloriza su carrera. No hablaré mucho del argumento que ya sabe hasta el que está barriendo la plaza en Egipto, baste que la niña, Mattie Ross, contrata al sheriff Cogburn para que busque a Tom Chaney, el asesino de su padre. A la caza se une un ranger de Texas, LaBoeuf (Damon), que se alía con Cogburn. El singular trío emprende una aventura en territorio salvaje en busca del fugitivo. La historia está basada en la novela del mismo nombre de Charles Portis. En realidad, según los Coen la peli no es tanto un remake como una nueva versión del libro.

Lo más destacable es... todo. Empezando por un desarrollo de unos caracteres sencillos y a la vez llenos de matices que desemboca en una intrincada red de relaciones entre personajes. Mola por ejemplo la poco políticamente correcta y muy sutil tensión erótica entre el personaje de Matt Damon y el de la niña, que contrasta con el rollete más paternal que tiene con el sheriff Cogburn. No se quedan cortos los personajes de los villanos, que tardan en salir pero son simplemente geniales. Josh Brolin borda sus pocos minutos de tonto de pueblo, el perdedor de la banda, asesino despreciable y sin remedio liderado por un simplemente genial Barry Pepper, al que me costó reconocer como el francotirador beato de "Saving Private Ryan".

La búsqueda de Chaney pronto adquiere un significado trascendental. A la mitad de la película, el hombre misterioso consigue en su ausencia tanta presencia como la ballena blanca de la gran novela americana. Cada personaje, en su pulso con el destino, encuentra un sentido particular a su rito de paso. LaBoeuf halla una cura de humildad y algo que aprender de un viejo borrachuzo y una niña que sabe más que el mismo diablo y Cogburn acaba enfrentándose a la prueba más dura de su vida al descubrir que su coraje por fin puede servir para algo, como salvar una vida. El caso de la protagonista es quizá el más claro en cuanto a rito de paso se refiere, con paso prematuro a la edad adulta en un rudo e intenso enfrentamiento a la vida, del que sale triunfante pero pagando un precio muy alto.



Quizás lo que mejor puede resumir la experiencia de "True Grit" es esa sensación de estar frente al "gran cine". "True Grit" es un clásico de la nueva escuela que planta sus cimientos en la narración gustosa de los directores, con sus planos serios, concentrados. Por detrás, las interpretaciones, las escenas de violencia, todas magníficas, destilando verdad. ¡Cuando esos revólveres truenan! El sonido de un disparo en esta película es un regalo para el oído, un detalle más del deleite técnico y de la mano elegante de los Coen. La comedia funciona también bastante bien, atentos a la escena de la prueba de tiro, de lo mejorcito.
Es esta una peli para ver en casa con la familia, en invierno. Una peli para alquilar, de las que las gustan a mi padre. Esas pelis sencillas, cuyas sutilidades quedan claras para el universal de los mortales. Y eso creo que es tan difícil de conseguir.

Lo menos bueno es que la historia, la verdad, no llega a emocionar. Salvando los aspectos narrativos, la calidad de las interpretaciones y la pulcritud técnica (que ya es mucho, muchísimo), poco queda. Será que a lo mejor a mí el western nunca me ha calado muy hondo, también puede ser. Claro que he de decir que vi la peli en versión original con subtítulos en ruso, que no ayudan, y no entendí ni jota de lo que decía Jeff Bridges en toda la peli. El tipo masculla más que habla un inglés que intenta reproducir el de la época, además lleno de jerga realista a la hermanos Coen.

"True Grit", en inglés, es un modismo. Literalmente grit significa gravilla, o arenilla. Tener grit o "arenilla" en gringo significa tener agallas. De ahí lo del "Valor de ley", que no es mal título. Tantas y tantas películas que se hacen con una intención y no llegan, sin embargo, esta sí que lo consigue. La peli salva la hoguera con un salto kilométrico y se pone así porque sí entre lo mejor de este año. Yes sir. Con un par.

Absolutio!

viernes, 11 de febrero de 2011

Premios Inquisitoriales: Autos de fe 2011

[Se abre el telón. Aparece Tomelloso, horriblemente maquillado con colorete barato. Un foco cenital le ilumina con poca fortuna y le afea aún más el rostro de inquisidor llenándolo de sombras y arrugas siniestras. Sonríe, o lo intenta. El efecto es aún peor. Se aparta de la cara un mechón que cuelga aceitoso, y avanza a pie de escena. La sonrisa desaparece.]

Hola.

[Larga pausa, un poco incómoda. El inquisidor otea el patio de butacas. No hay nadie, claro. Balancea el peso de una pierna a otra. Carraspea.]

Ejem. Hola.
Llegó el día, una vez más. Otro año más...
¡QUE EMPIECE EL SHOW!

[Según comienza a sonar una triste música de organillo, Tomelloso emprende un patético zapateo de claqué mientras mueve los brazos en una horrenda simulación de "Side taps", "flaps" y "rolls" al más puro esperpento, como un Gene Kelly borracho pintado de payaso y con capas de monje.]

La la la... Gotta dance! Gotta dance! GOTTA GOTTA DAAANCE!

[Tras pocos segundos más de agonía, el bailarín resopla y suda como un pollo hasta que empieza a tambalearse peligrosamente, mucho después de que se haya apagado la música tras un estentóreo ruido de clavijas rotas tras la escena. Tras un vahído, trastabilla y recupera el equilibrio de forma milagrosa. Da un par de arcadas, apoyadas las manos en las rodillas. Recupera aire. Tras un minuto eterno, parece reponerse, se pone el capuchón y retoma la palabra]

Hello friends. [tos asquerosa] Un pequeño homenaje al musical en la ceremonia de Autos de fe 2011. Con toda humildad. [carraspeo y tos acuosa]

Como sabéis, cada año la academia de la Inquisición se honra al nombrar lo mejor y lo peor de cada año, antes de que los hollywoodienses y ahora los españoles también se pongan a dar sus premiecitos de poca monta. Sabed que yo, YO!, llevo la friolera de ... este... seis años o algo dando los premios inquisitoriales, sin motivos económicos, como las ratas de allá afuera. Por el arte, el ARTEEE! Por Belcebuuuú! Ack... [Temblándole las manos, el inquisidor saca un frasquito con pastillas del que chupa ávidamente. Su temblor se calma.]

Pero me dejo llevar. Perdonadme.

Procedo por eso sin más a otorgar un año más el "Mantecado de oro" a la mejor película del año pasado. El jurado, compuesto por mí mismo y nadie más, considera que la mejor película del 2010 fue... [crujir de papeles]

CARNE DE NEÓN


Dicen que una milésima de segundo antes de morir toda tu vida pasa por delante de tus ojos

Pues... ¿acaso había duda? ¡PELICULÓN!
La ópera prima en esencia, segunda película real de Paco Cabezas, arrasa en los premios y se lo lleva todo. Por coraje, por talento, por energía desbordada, porque emocionó a la Inquisición con una historia trepidante y honesta. Por poner toda la carne en el asador y conseguir emocionar a propios y extraños.
Paco, tío... gracias.

No fue la única que se llevó el corazón de la Inqui. Otras dignas finalistas que merecieron mención especial fueron: "Five minutes of heaven", "The hurt locker", "La cinta blanca", "Un profeta", "Shutter island", "Toy Story 3", "The Ghost Writer", "Scott Pilgrim vs. the World", "The social network", "How to train your dragon" y "Exit through the gift shop". Claro que como siempre los pesos pesados se dejan caer cerca de las entregas de premios, y por eso nos falta por ver cositas como "El discurso del rey" o las más cercanas "Balada", "Pa negre", "Biutiful" o "También la lluvia".
Muchos han mencionado que este año ha sido malo. Escoria de internet, basura de críticos de medio pelo que teclean su baba mental con dedos untados de grasa de papa frita. Que este año ha sido malo... bah. Se canta lo que se pierde, como dijo el poeta. La calidad está ahí, muchachos. Solo hay que buscarla. Y si no os gusta, al menos cread algo, pieces of shit (como diría Jables, de Tenacious D).

Claro que lo que es mierda, haberla hayla.
Este año la Inquisición se ha portado muy mal y se ha atenido al producto que prometía. Perdonenme ustedes, pero mi estómago tiene unos límites. Esto no me ha dejado exento de tragarme bodrios infumables, de los que aquí expondré solo el peor, para escarnio público. Para eso se diseñó el premio "Meado Vives de Languedoc", popularmente conocido como "la copa del Meado".
La peor película de 2010, a juicio de la Inquicisión, es:

THE SHOCK LABYRINTH 3D



Un perfecto cagarro del director de "The Grudge", en el que se encuentran probablemente los peores actores de toda Asia, especialistas en poner los ojos como huevos (véase muestra arriba) con el supuesto propósito de provocar inquietud. El guión, si se le puede llamar así, merece el premio Ed Wood al despropósito. Por no decir que toda la película está rodada en el mismo pasillo, eso sí, cambiando la cámara de sitio para que no se note. Lo que pasa es que el dire se gastó todo el presupuesto en irse de putas a Dotombori, probablemente, y bueno, los vicios pasan factura. Afortunadamente no tendréis la dicha de ver esta peli, porque no hay distribuidor lo suficientemente imbécil -o visionario- que la vaya a poner en las pantallitas españolas.

Ay, qué suplicio. Aunque peor que esto son las películas con pretensiones y los grandes blockbusters satánicos, pero eso lo sabe todo el mundo. Que si la saga "Crepúsculo" esto, que si "Harry Potter" lo otro. Sabed, buenos muchachos, que estas mierdas están salvando a la industria. Sí, sí, negádmelo...

Ahora mismo lo que la Inquisición menos traga, sin embargo, es el quiero y no puedo. El estertor comercial del director cuyo talento se agota o el del actor clásico que pone el culo para la gran masa, haciendo cucamonas delante de la cámara y perdiéndose el respeto a sí mismo y a sus grandes trabajos anteriores. No solo señalo, sino que apunto mi dedo fulgurante de odio y brillante de fuego azul.
Este año, el premio honorífico "Mark Hamill" a actor que fue una estrella pero ahora va de culo se va para

ROBERT DE NIRO



Por los delitos cometidos en la saga "Fockers", bajada de pantalones monumental de la ex-estrella de culto, que ni siquiera acompañado del gran Ed Norton consiguió levantar el vuelo. De Niro está fatal de lo suyo. ¿De verdad fue el mismo que nos regaló "Taxi Driver", "El cazador" o "Toro salvaje"? Madree...

Poseso, resumen de lo mejor y de lo peor del año.
En las próximas entregas intentaré traeros comentarios sobre pelis de actualidad, que ahora mismo hay mucho temita en cartel, si no se me adelantan Penitenciágite o Crasfel. A Moscú llega hoy también "True Grit"... hmm... los Coen...
Me voy, no sin antes dedicaros el tema de la Inquisición: [se aclara la voz y entona con desafino hiriente]

Saaalve. Estrella de los maaaares.
De los mares iiiris. De eterna ventuuuuuu- POOOF!

[El Inquisidor desaparece en una nube de color amarillo. Huele a azufre y a caramelo quemado. En el éter del escenario se oye un eco lejano...]

Sa... sa... lu... dos... chu... rrusss.... ca... ca... doss... doss...!