lunes, 13 de agosto de 2012

Churrazos de maestro


Pelis: "To Rome with Love" y "Cosmopolis"
Puntuación: 4 y 5 respectivamente







En agosto todo se ralentiza, nos tumbamos bien a gusto, por fin, y empezamos a vivir de los réditos de un año de curre. Bueno, al menos vosotros. La Inquisición sigue en guardia, es lo que hay. Pero para la mayoría de los mortales el tiempo libre se expande. Momento de ir a ver una buena peli, hace calor y en las salas se está fresquito. Además no hay ni rita, estaremos tranquilos, pensáis. A ver, echad un vistazo a la cartelera. Vaya, vaya. No hay mucho, ¿verdad? La de Pixar y poco más. Algún restillo de autor. Bueno, al menos uno mira en lontananza y siempre queda esperar lo nuevo de Woody Allen. O de Cronenberg.

Pues vais listos, motherfuckers, porque os esperan sendos truños. Bueno, truños, truños, no. Pero a la calidad de pestiños sí que llegan. Reveníos.

Qué ironía que se me castigue así. A la vuelta de Moscú me esperan dos de mis vacas sagradas. Yo, que siempre me quejo de que Allen siempre llega tarde, que he tenido que ver pelis suyas año y medio más tarde... y ahora me presentan estas bacalás.






















Sobre el viejo Woody, qué puedo decir. Hace ya tiempo que la gente habla de productos menores, que si su calidad ya no es la misma, que ha vendido su alma al diablo, que exceptuando "Midnight" y "Match Point" no hay mucho que rascar en sus últimas obras, que mejor que fuera menos prolífico y que pusiera más cuidado en hacer menos pelis pero mejores... qué sé yo. Lo único que puedo decir es que nunca he estado del todo de acuerdo con estas afirmaciones. Quizás el nivel haya bajado, pero yo adoro todas y cada una de las pelis de la llamada etapa europea. Hasta ahora.

En "To Rome with Love" empiezo a notar un cansancio o una falta de ganas que nunca había percibido antes. Se trata de cuatro historias con el único punto en común de la capital italiana, con la misma narración (¿cómo llamarlo?) greco-judío-neoyorkina tan alleniana, quizá con unas gotas más de absurdo que de costumbre. El resultado es pobre, muy pobre. De las cuatro historias apenas funciona ninguna. La protagonizada por Ellen Page y Jesse Eisenberg propone de nuevo la misma historia sobre lo irracional del enamoramiento, con la diferencia sustancial de que esta vez no llega a raspar la superficie. La que protagoniza el propio Allen es un descomunal pestiño basado en un solo gag alargado que apenas daría para un corto. La de Penélope Cruz es un insípido vodevil que ni siquiera la guapa Alessandra Mastronardi consigue reparar. Hasta la fábula del genial Roberto Begnini flojea. La intención es buena pero el gag no aguanta el paso de los minutos y al rato se hace cansino. Flojo, flojo, flojo.

La escena en la que se ve el micro, me parece que es esta












Encima no sé si será de la copia, pero en al menos tres o cuatro escenas se ve la bobina del micro de forma descarada, en especial en una escena en un restaurante a Ellen Page se le ve una cacho de rejilla de micro que solo le faltan los cascos para ponerse a cantar el "We are the world". Horrible. Además del montaje como desmañado, planos medio desenfocados... Parece que Allen se rodeó de un equipo de becarios para hacer la peli. Pero aun así no es tan molesto como la sensación final de que se nos mete gato por liebre, que no hay mucho que contar, que hay poca "verdad". Y os habla alguien que disfrutó mucho con "Vicky Cristina Barcelona" y "You will meet a tall dark stranger". Quedáis avisados.






















El caso de "Cosmopolis" es bien distinto. No es que la peli sea floja, no. Está muy bien hecha. El problema es que es difícilmente recomendable a nadie que no sea un extraterrestre. En dos palabras, la peli es rara de cojones. Se trata, también en dos palabras, de una visión del apocalipsis del capitalismo desde el punto de vista de un magnate que deja morir su imperio. Sí, de eso trata. Al parecer se basa en una novela de DeLillo, señor que tiene que estar fatal de lo suyo. ¿Cómo decirlo? Los diálogos están bien, los actores están muy dentro. Hasta Pattinson está bastante potable de protagonista. Lo que pasa es que lo que cuenta la historia es un gran ¿WTF? o en español: ¿EIN? En general se entienden las palabras, los gestos, las interacciones, pero no se sabe de qué va el rollo. No sé si se trata de un producto demasiado adelantado a su tiempo y los humanos normales somos demasiado obtusos para comprenderlo. O quizás simplemente se trate de una gran chorrada.

Sea como sea, no habla mi lenguaje y me deja fuera, aislado e indiferente, efecto que no creo que esté buscado para nada en absoluto. Hay algo que no funciona, no sé si a Cronenberg se le fue demasiado la pinza, pero muchas de las conexiones con el espectador están fundidas de antemano. Me resulta difícil creer que alguien pueda sacar algo en claro de esta peli, a menos que esté en otro nivel de pensamiento, en otra onda que yo ni siquiera alcanzo a entender.
Lo mejor de la peli es que realmente puede hacerte papilla el seso. Se ve que Cronenberg cree en lo que está contando, desde luego. Probablemente no exista otro director que pudiera haber recreado mejor la esencia de "Cosmopolis", con la posible excepción de Terry Gilliam. Lo peor de la peli es lo antes expuesto, que es una sonda lanzada no se sabe a quién. No se la recomendaría a nadie. Y eso que sale gente como Paul Giamatti (en la foto siguiente, aunque parezca Fernando Fernán Gómez).    

A lo mejor es que hay que verla fumao













Curioso cómo realizadores como estos, artistas reputados, son capaces de desplegar obras tan dispares en calidad. En la literatura o en la pintura no pasa tanto así, un Picasso o un Gogol son siempre un Picasso o un Gogol, hay obras menores pero no se ve el truco, siempre hay transmisión sincera, arte, en fin. Pero en el cine, supongo que por todos los factores, las variables y actantes que entran en el proceso, un artista reputado puede crear obras irrelevantes, fallidas y hasta verdaderos truñacos. Véase los anteriormente citados.
Eso sí, nadie sigue dudando de su talento. Y yo que seguiré viendo sus pelis y esperándolas con anhelo... elo elo elo (esta palabra tan cursi merece eco).

No hay piedad para Cronenberg y Allen.
¡A la hoguera, oh yeah!