domingo, 28 de marzo de 2010

Alice in... ¿the World of Warcraft?


Peli:
"Alice in Wonderland"
Puntuación: 5/10



¡Tim Burton! Me asaltan los sentimientos contradictorios. Sí, es innegable que tiene un estilo propio. Solo hace falta ver los primeros segundos de cualquiera de sus películas y escuchar esos compases de Danny Elfman para reconocer lo que se avecina. Burton tiene su estética, su música, su propio subtexto gótico. Hasta se ha acuñado el término en inglés "burtonesque" para referirse a todo lo suyo, desde el característico patrón a rayas de las serpientes de "Beetlejuice" hasta las consabidas ojeras de sus protagonistas, pasando por el diseño estilizado o abombado de sus personajes o sus líneas y paisajes terminados en espirales.
Tim Burton es capaz de lo mejor y de lo peor. Nos llevó al cielo con la deliciosa "Ed Wood" para poco después meter patones descomunales a base de -entre otros- lamentables remakes, como "El planeta de los simios".

Los cuentos de Tim Burton son sencillos, poco profundos, casi tontorrones, con mucha forma pero poco fondo. Esto suele ser un problema y a veces casi una virtud. Algunas películas funcionan de maravilla y otras son unos tostones serios, muy redundantes, con finales que se ven a la legua y argumentos que sofocan la expectación a fuerza de bostezos.
Lo malo es que después de pegar el pelotazo comercial con "Batman" en 1989, puede hacer lo que le dé la gana. Además tiene la suerte de contar con el actor más cotizado de Hollywood como fetiche. Es esta un arma de doble filo, ya que sus películas empiezan a hacerse por y para el lucimiento del actor. Y esto, perdónenme, pero no suele ser sano para la narración.


El susodicho


No es sorprendente pues el perfil de esta "Alicia en el País de las Maravillas", que ya llega a nuestras pantallas con el título de película más taquillera ever de Tim Burton, gracias quizás al empujón del 3D. Atención, es una producción de la gran vaca lechera de Disney protagonizada por Johnny Depp. El resultado es por lo tanto más cercano a "Narnia" o a "Piratas del Caribe" que a la clásica peli de dibujos animados.

Como era de esperar la peli es sobresaliente a nivel estético. Los personajes clásicos están todos ahí. El gusano azul, el gato de Cheshire, el conejo blanco, los gemelos Tweedledee y Tweedledum... Solo falta Humpty Dumpty. Se nos presenta a Alicia ya mayorcita, 13 años después, en su segundo viaje al País de las Maravillas. Durante los primeros minutos de su viaje se repiten los momentos clásicos que todos conocemos. Luego la cosa empieza a torcerse. La sádica guionista nos lleva a un país en guerra (!?!) y de repente la peli se convierte en un mal remedo de la épica más comercial tipo "Señor de los Anillos" o "Narnia". En lugar de mostrarnos un rito de paso onírico, loco y sensual, como en los cuentos originales, se nos lleva a la clásica búsqueda en el más puro estilo de videojuego.


¿Peli o videojuego? Videojuego, videojuego

Además, con el rollito del 3D, por momentos me pareció estar viendo el tráiler de "World of Warcraft"*. Hay momentos calcados al mundo del videojuego, como cuando Alicia monta y recorre la tierra devastada a lomos de monturas fantásticas con música envolvente de corte épico.
Pues bien, lo que le pasa a Alicia es que se pone a jugar a rol y le dan una búsqueda. Con un planteamiento estúpido, de dos líneas, el consabido "Debes salvarnos porque eres Alicia" o "Como eres Alicia debes salvarnos", se justifica un argumento ridículo. Vamos, que tiene que encontrar la espada y matar al dragón, punto pelota. El lema es bastante parecido a aquella peli tan soporífera, "Hook". Peter Pan vuelve de viejuno, ¿os acordáis? Bueno, pues tres cuartos de lo mismo, pero con argumento sacado por peteneras. No es solo malo, es de vergüenza ajena.

Lo más lamentable es quizás el personaje del sombrerero loco. Para darle más juego a Johnny Depp le dan un protagonismo exagerado que deforma los contornos de la historia. Alice llega incluso a enamoriscarse un poco de él de forma enfermiza, a lo Dorothy-espantapájaros. Johnny hace bien el papel, cómo no. Pero sus líneas de diálogo son un soberbio coñazo metido con calzador la mayoría del tiempo, sobre todo cuando se pone a relatar eventos sobre el conflicto en Azeroth, digo en Narnia, digo en (pasar de páginas)... Wonderland.
Sus momentos más ridículos son cuando se pone a luchar en plan ninja, llegando incluso a lanzar alfileres como si fueran dardos (!) y el cien veces anticipado baile del final. La música a lo final de "Shrek" es para ponerle a uno los pelos de punta. Puaj. Muy mal, muy muy mal.


Parecidos razonables: el risitas y el peíto

En el lado positivo, que lo hay, el diseño de personajes y el gran trabajo de actores y de doblaje. Para mí lo mejor sin duda alguna es la escena del encuentro con el gato de Cheshire. Fantástico el diseño y bellísima la voz de Stephen Fry, con la rúbrica de la sonrisa de la luna, que me hizo muy feliz. Hay destellos de buen hacer en muchos aspectos externos de la peli, como en el personaje de la reina mala, Helena Bonham Carter, un puntazo eso de que sea tan cabezona :) y la escena en la que le echa la bronca a los mayordomos-rana. La reina blanca, Ann Hathaway, también es divertida con esa caracterización super-pija.


Uno de los buenos momentos

Pero el enfoque es tan erróneo, dios... Es una gran hamburguesa para estómagos fáciles, un monumento a la banalidad. Arte para tontos, una verdadera batidora para el cerebro. No he visto nada más olvidable desde... umm... ya no me acuerdo. Especialmente patético el marco para la historia, con ese final tan forzado y esos paralelismos mal dibujados con el mundo real. Alicia sale reforzada de su viaje y se convierte en... ¿mujer emprendedora? ¿ein? ¡Mi cerebro! ¡Dolor!

Pulso el botón de la trituradora sin mucho esfuerzo. Pese a las virtudes estéticas, la peli no pasa la prueba de las llamas. Seguimos teniendo algo de fe en Timmy, que seguro que nos deparará cosas mejores en el futuro. Pero mientras siga con los remakes... malo.
Solo para fans de Tim Burton. Y aun así, aviso.
¡Que le corten la cabeza! Digo... ¡a la hoguera!

*Para los no iniciados, explicaré que el "World of Warcraft", más conocido como "Wow", es un juego de rol en un universo de interacción real con jugadores enganchados de forma simultánea. Los jugadores llevan personajes que interactúan con el entorno y con los otros jugadores de forma "real" entre comillas. Los propios personajes no jugadores del juego entregan "búsquedas" para llevar a cabo misiones y subir de nivel. Vamos, igualito que en la película.

domingo, 21 de marzo de 2010

Rencor irlandés


Peli:
"Five Minutes of Heaven"
Puntuación: 8/10



A "Five Minutes of Heaven" llegué de la mejor manera que se puede llegar al cine: sin tener ni idea de lo que iba a ver. Esta fórmula suele funcionar en mi caso ya que soy proclive a caer en la trampa de las expectativas, que -a quién vamos a engañar- siempre acaban siendo falsas.
La película se estrenó ya hace la tira de tiempo, hace ya más de un año, en el festival más cultureta de los EEUU: el Sundance. Allí se llevó un par de jugosos premios, uno para el guionista y otro para el director, Oliver Hirschbiegel, director de la fantástica y espeluznante "Das Experiment" y de "El hundimiento", que no he visto pero que me dicen que no está nada mal.



La peli trata sobre el conflicto de Irlanda del Norte y de las secuelas en el presente. Está basada en hechos verídicos, en el asesinato de un chico en los años setenta. Los personajes protagonistas, Alistair Little y Joe Griffin, interpretados respectivamente por Liam Neeson y James Nesbitt, están basados asimismo en personajes reales, asesino y testigo.
El argumento nos lleva al momento del asesinato y luego fantasea durante el resto del film con el encuentro entre ambos personajes 33 años después.

La película está cortada con destreza. Mucho plano medio y corto, como debe ser en un estudio de caracteres y de monólogos. Sin mucho presupuesto, que probablemente invirtieron íntegramente en agarrar bien a Neeson, pero que en realidad no hace ni falta, ya que el film se basa sobre todo en la fuerza de las interpretaciones. Casi podría ser una obra de teatro. El climax se retrasa casi hasta hacerse insoportable, pero cuando llega revienta bien con toda la energía acumulada. Liam Neeson está muy bien, de hecho su monólogo central sin cortes es casi la columna vertebral de la película. Pero Nesbitt se sale. Su personaje, siempre al borde del ataque de nervios, está trabajado con talento de orfebre. La peli se lleva el notable solo por el trabajo actoral.

En el lado negativo: es muy buena, pero muy "local", restringida a un mundo en el que la violencia ha sido respondida con violencia durante años. Irlanda del Norte, vale. Represalias, neuras, venganza, perdón. Pero si no te interesa la problemática del crimen fratricida, poco más vamos a sacar. Digamos que la historia puede ser poco universal. Uno puede salir del cine diciendo... vale. ¿Y para qué me cuentas esto? A un irlandés del norte, vale. Incluso a un inglés.
De todos modos, no fue mi caso. Encuentro leves notas de sabiduría en este cuento con moraleja. Es casi como una parábola bíblica puesta en escena. Una historia sencilla, de rencor al más puro estilo del antiguo testamento. Ojo por ojo... ¿o no?

Imprescindible para fans de Liam Neeson y amantes del drama con tintes políticos.
Para los demás, también, pero menos.

Ahí os quedáis. Saludos churruscados!

domingo, 14 de marzo de 2010

Estreno de "Celda 211" en Moscú


Peli:
"Celda 211"
Puntuación: 7/10



Pues sí, han estrenado "Celda" en Moscú poco después de que haya ganado el Goya a la mejor película. No sé si habrá sido por eso o simple y llanamente por haberse convertido en la peli española más taquillera del año por detrás, claro está, de "Ágora", que también pudimos ver en Moscú hace unos meses (y digo bien, "pudimos" ver, pero no vimos, por perezón antológico). Me creo más la segunda opción. Sea como fuere, hemos tenido a Malamadre en Moscú, en tres cines, durante un periodo cercano a las dos semanas y hasta en versión doblada al ruso.



"Celda" se caracteriza por tener uno de esos argumentos que les gustan a los ejecutivos de Hollywood: se puede resumir en una frase. Un motín. Un hombre atrapado. Un único objetivo: sobrevivir. ¿Hace falta más? Se trata ésta de una de las grandes virtudes de la peli de Monzón: que va al grano.
La narración es igual de directa, como un sopapo. Ni prólogos, ni presentación de personajes, ni leches. A los cinco minutos uno ya tiene el pastel montado. Luego comienzan las aclaraciones, pero en forma de efectivos flashbacks que de paso sirven para insertar algunas pinceladas de color en el gran bloque gris de cemento en el que transcurre la película.

"Celda" tiene buenas y grandes virtudes. Consigue crear la tensión necesaria para sufrir un poco y creérselo. El espectador entra de lleno en la vorágine del motín a través del protagonista, Juan, un válido Alberto Ammann, el consabido observador accidental que se mete de lleno en el problema y tiene que jugar sus cartas lo mejor que puede para salvar el cuello. El desarrollo es original y creíble, que ya es mucho. Y lo mejor es que es muy español y a la vez muy fresco.
Eso, la verdad, no sé cómo se hace. Pero Monzón lo consigue, y con tirabuzón. Porque no se limita a contar una buena historia de acción, sino que además tiene éxito a la hora de que la anécdota transcienda y se convierta en una reflexión sobre temas mayores como los límites entre la criminalidad y la inocencia o los orígenes y las graves consecuencias de la desesperación.


Cuidado con lo que dices, Calzones

Otro de los placeres de "Celda" tiene nombre propio: Luis Tosar. Un actor como la copa de un pino que se merece todos los premios y más. Su Malamadre permanece en la retina. Un gran personaje, sí, pero sobre todo una gran actuación, una voz dura como una roca, un físico terrible y portentoso, con esa inolvidable perilla tupida, las cejas, los ojos de tiburón y el característico morrillo de toro. Hispano, noble, cabrón, peligroso. Un verdadero hijoputa rebosante de carisma patibulario. Este es Malamadre.


Crack

Las virtudes de la película sobrepasan con creces a los defectos. Quizá se acusa cierto bajoncillo a la mitad. Me sobraron también un par de momentos climáticos a la Hollywood. El montaje, correcto, y no soy un experto, pero tuvo que ser difícil de cojones equilibrar todo el ritmo. Y bueno, chapeau.
Tenemos que estar contentos de que haya aires frescos en el cine español. Como muchos han dicho, no solo en estas páginas, el entretenimiento no está reñido con la calidad. De hecho, como saben los mejores, deberían ir unidos de la mano. Y eso es lo que estamos aprendiendo.
Enhorabuena a "Celda 211" y a sus creadores. Valga la absolución, y una bula papal a Luis Tosar, vitalicia, e ingreso en la Inquisición como miembro honorífico de inmediato.
Palabra de Tomelloso.

Absolutio!

lunes, 8 de marzo de 2010

Un tipo serio, o la comedia a la inversa


Peli:
"A Serious Man"
Puntuación: 6/10



Hola a todos, fieles de la Inquisición. Os escribo el día después de la entrega de los maléficos óscars de la academia, que me mantuvieron cuatro horitas en vela la madrugada de ayer. ¡Qué horror de ceremonia! Las cuatro horas me parecieron ocho. Y además, nada relevante que señalar. Ni anécdotas, ni sorpresas, ni momentos emotivos, ni nada. Lo único destacable -y para mal- es el poco juego que dio la extraña pareja Steve Martin-Alec Baldwin. En lo positivo, Ben Stiller presentando el mejor maquillaje de esta guisa:


y a punto de ponerse a hablar en Na´vi, jeje

Para quitarme el mal cuerpo decidí darme hoy el gusto de pasarme por el "Pioner" a ver "A Serious Man", que ya tocaba.
Es esta ya la catorceava película de los Coen. Clasificable en su estilo, desde luego, quizá en la línea de la mezcla de géneros que estos piezas pueden permitirse como autores consagrados. El regustillo que deja es así como el de "Quemar después de leer", pero más serio, más profundo y más judío.

La peli narra un momento clave en la vida de Larry Gopnik, un padre de familia judío propotípico norteamericano, profesor de universidad, que enfrenta un bache tremendo en todos los niveles de su vida.
Tras un prólogo bastante inexplicable (si alguien lo entiende que me lo diga, por favor), la mano de los Coen nos lleva a la América de "Aquellos maravillosos años", a la casa de Gopnik y a su trabajo. Poco a poco vamos conociendo a las personas que le rodean. El ambiente es gris, cansino y deprimente. Cuando la acumulación de problemas se hace insoportable decide acudir a los rabinos para que le den una solución. Pero claro, ¿quién puede dar una solución a los problemas universales del ser humano? Rayos, se parece de forma extraña a "A Single Man", ahora que lo pienso. ¡Hasta en el título! Pero no caigamos en comparaciones banales, ejem.

La gracia de la peli reside en la narración, pulcra, cuidada. La maestría se los Coen se revela en muchos aspectos: en la cuidada caracterización de los personajes secundarios, las historias dentro de la historia y sobre todo en la fina ironía y ese sentido del humor tan único.
El film tiene una estructura calculadísima y sin embargo tiene la rara virtud de ser totalmente impredecible.
Por otra parte no acabó de cuajar en el público (léase YO). Es difícil explicar la razón. Por un lado me parecía perderme algo, quizás por falta de familiaridad con el mundillo judío. Si se deja de lado la profundidad y se intenta disfrutar como una mera comedia tampoco es satisfactoria porque en realidad el paisaje que presenta es más bien desolador. Y no nos engañemos. Comedia, comedia, no es. Más bien lo contrario.


Larry recibe un abrazo de Judas

"A Serious Man" es una película compleja. Creo que para ser disfrutada necesita una lectura de su plano simbólico y una tertulia con los amigos después de verla. Así po sí.
Se ha hablado de una nueva perspectiva sobre el mito del santo Job. Esto nos puede ayudar a disfrutarla. Y si eres judío, mejor. Judío y americano, mucho mejor. Pero al resto de la cristiandad (o de la morería) todo esto le puede sonar un poco ajeno, me temo. La significación se resiste. Y si le quitamos esto, queda simplemente en una comedia romántica vuelta del revés, como un calcetín. Una especie de drama metafísico con momentos de humor. Muy bien hecho, pero poco más.

Absolución, no obstante. Valgan los indiscutibles méritos arriba mencionados.
Nos vemos en la próxima cita cinéfila. Saludos churruscados.