sábado, 26 de diciembre de 2015

La fuerza ha vuelto para quedarse

Peli: "Star Wars Episode VII: The Force Awakens"
Puntuación: 7/10








Hola, me llamo Chumari. Soy friki de Star Wars, confeso.

Todos: ¡Hola, Chumari!

Perfil: detractor moderado de las precuelas, amante de las clásicas, con un perfil bajo en frikismo starwarsiano en los últimos años (no soy menos friki pero me he diversificado), no obstante seguidor hardcore y de corazón.
Quiero que tengáis claro todo esto antes de escuchar lo que he de decir del séptimo episodio. Allá vamos y voy al grano.

































ESTÁ USTED ENTRANDO EN ZONA DE SPOILERS A SACO

Quiero empezar por lo bueno, que es mucho. Sin duda, para mí lo mejor son los personajes jóvenes.

La chica Rey es simplemente maravillosa. Personaje y actriz, parece que lleva el gen Star Wars de nacimiento. La mirada de Daisy Ridley refleja el candor del lado luminoso y a la vez una fuerza transmitida desde sus ancestros, porque esta chica es Skywalker. Eso se ve desde el propio tráiler, un acierto absoluto de cásting. Como personaje, ideal todo el misterio que la envuelve, que la dota de interés y de carisma y hace creíble la atracción que despierta a su alrededor. ¡Y esos ojos en el duelo final cuando la fuerza despierta! Un 10.

Otra grata sorpresa es el personaje de Finn. También desde el tráiler, este John Boyega tiene algo que recuerda al primer Luke. Será esa ingenuidad, un "ser bueno" que merece lo mejor y que solo por verdadero milagro sobrevive en una galaxia que le ha puesto en el lado correcto. Finn transmite una frescura muy necesaria en la saga, tan aséptica y cristalizada en la tercera persona de las precuelas. La mirada desde afuera del stormtrooper redimido rompe una lanza en favor de estos personajes tan ninguneados hasta ahora.  

Y por último el malo: Kylo Ren, me pareció estupendísmo. No hay nada más verosímil que la historia del hijo resentido de unos padres que probablemente no tenían tiempo para él y busca identificarse con su abuelo, Darth Vader. Un personaje en sintonía con la fuerza que pretende emularle, simplemente, terminar lo que él comenzó. Y lo que más mola en realidad es que sea tan joven, tan inseguro, tan... adolescente. Ambivalente, imprevisible. Me encantó la escena en la que se quita la máscara y simplemente vemos a un muchacho bastante soseras. Y muy buen detalle el azul y el rojo reflejados en su rostro en la escena con Han Solo, cuando se debate entre el lado oscuro y el lado luminoso. Nada más peligroso que un adolescente quemado y con delirios de grandeza que acaba de pasarse al lado oscuro. Kylo Ren, sea bienvenido.

Nueva sangre













En el lado positivo queda mucho que decir: la recuperación del sentido del humor, lo acertado en líneas generales del guión, que no está del todo mal y consigue -creo- interesar a nuevos y contentarnos a los viejos fans. Pero a mi parecer lo más importante: que el espíritu de Star Wars ha vuelto. Porque la esencia de Star Wars, me parece, no está en la grandilocuencia del jedi ni en lo impresionante de los efectos especiales, todo lo contrario. El motor de Star Wars siempre ha sido la relación entre los personajes, el vínculo afectivo entre ellos: amistad, romance, odio, redención.

Gracias a personajes como Finn y el piloto Poe Dameron volvemos a sentir el germen de la amistad, por no hablar del romance entre el bueno de Finn y la chica. Magia pura, sí señor. De repente nos vuelve a importar que alguien gane un combate. Además, creo que puedo decir que ha vuelto el misticismo. Ya no hay midiclorianos, uno tiene la sensación de que la fuerza está ahí para todos, se ha vuelto a democratizar. Un paso muy necesario y muy inteligente por parte de Abrams y Kasdan.

Nuevos iconos













Pero no todo son logros. Se ve un tanto forzado el intento de repetir esquemas y ritos. Estoy de acuerdo en que es un tránsito complicado, pero hay elementos que me parece que sobran. La primera escena que me sacó de la película (y aquí cito a Xorro, un viejo amigo de la Inquisición y starwasero de pro) fue la escena de los pulpos. Aburrida, absurda, fuera de tono. Una mala excusa para meter la escena de criatura, algo que funcionaba en las primeras (Dianoga, Wampa, Rancor, Sarlaac, etc.) pero que no acaba de molar en las nuevas. Además era un intento funesto de dinamizar la escena con Han Solo, a quien obviamente le pesa el culo. Y ahí voy a otro tema.

Han Solo. Mola que salga, pero en mi opinión lastra la película como un peso muerto. No me creo que siga de contrabandista, sus ojos dicen otra cosa. Eso ya es culpa del actor, lo siento. Y sigo siendo fan de Ford, pero lo mejor que le podía pasar al personaje es que muriese. Y bueno... los guionistas hicieron su trabajo. 

Comprendo el MacGuffin de la desaparición de Luke y me parece válido, pero la pieza de lego del mapa... es un poco traído por los pelos, desarrollo argumental para lerdos, sobre todo cuando al final R2-D2 se despierta del coma (?) y a su mapa le falta precisamente esa pieza. Es como... ¿EIN? Seremos frikis, seremos niños, pero no somos tontos. En el desenlace también me sobra un poco ese final de volver a destruir la Estrella de la Muerte versión 4.0. ¿Ora vez? Todo está metido como muy deprisa y corriendo, como cuando Han, Finn y Chewie se infiltran en la base de los malos y desinstalan todo en un pis pas y pasean por allí como Pedro por su casa. Como que no cuela.

Me molesta un poco también la repetición hasta la saciedad del patrón del malo en la sombra. Ya no hay emperador, pero ha salido un malo "mente maestra" de la nada, el llamado líder supremo, que además de tener toda la cara de Gollum está interpretado por -sopresa- Andy Serkis. Bueh. Otra vez redundante y poco original, creo que un imperio más desorganizado y empobrecido pero más brutal si cabe, que es lo que se intuye, hubiera bastado.

E iconos de siempre













¿Y por qué solo un siete?
Pues qué queréis que os diga, la peli me gusta mucho pero tampoco me salgo del pellejo. Me emocioné por partes, pero en algunos momentos me aburrí. Es muy buena peli de aventuras, está claro. La equiparo al episodio III, o al episodio IV, que desprovisto de su halo de novedad y de hype en su momento, pues la verdad es que tampoco es para tanto. Y la verdad, probablemente si la viera ahora tendría unas objeciones muy parecidas a lo expuesto anteriormente. No solo sobre el episodio IV, sino sobre la saga entera.

Lo bueno es que como reboot es excelente y no tengo nada que decir. Las motivaciones de los personajes, lo que no se sabe, lo que no se dice sobre ellos realmente es un plus y la película engancha e interesa. Realmente no quieres que termine. Eso sí, como secuela pues tiene sus más y sus menos. A lo mejor es que soy demasiado exigente, pero quiero pensar que he crecido, simplemente, y lo veo todo con más distancia. Aunque no sé si es posible distanciarse de algo que es y ha sido tan importante en mi bagaje cultural. En fin, divago.

¿Sigo enfriquecido?
Sí.
¿Estoy contento?
Mucho.
¿A la hoguera?
Ni de coña.
¿Absolutio?
Total.

Absolutio!