lunes, 19 de julio de 2010

Robin Hood, a brocha gorda


Peli:
"Robin Hood"
Puntuación:
4/10



Retomo la Inquisición tras la resaca futbolera que nos dio EL ALEGRÓN pero que ya se estaba poniendo más cansina que un tertuliano del corazón. Diommio, lo peor de volver a España es volver a enfrentarse a esta tele diseñada para aniquilar el cerebro. Menos mal que uno siempre puede volver al cine.

Entré en "Robin Hood" sabiendo a lo que iba: a ver un producto de acogida más bien tibia tanto por la crítica como por el populacho. Apenas me animaba una escuálida recomendación de Ricardo (no corazón del león, sino el otro) y mi idolatría absoluta y cuasi-gayer por Russell Crowe.

La peli no empieza del todo mal, mostrando a un Ricardo Corazón de León muy cabroncete y medieval, alejado de la figura idealizada de todas las pelis clásicas de Robin Hood. Es de agradecer el cambio, que hace vaticinar también que nos encontraremos a un Robin más chunguete, garrulo y con defectos. Porque si no, ¿para qué hacer otra peli?
Según he curioseado por internet, la idea original de un guión pensado para una serie de TV era la de presentar a un Robin malo, carismático, por supuesto, pero malo. Un forajido de verdad que acaba convirtiéndose en héroe un poco de casualidad. Ridley Scott también andaba con ganas de retomar el mito de Robin y de ahí sale esta peli, en apariencia innecesaria.


Una capucha y un arco no le convierten a uno en Robin Hood, maestro

Bueno, pues al final acaba pasando lo que se sospechaba. Que sí que era innecesaria.
Sobre todo por el guión, que es un verdadero batiburrillo. Se intenta colar una peli de acción con pátina de película histórica, con aventuras, romance, y hasta lecciones de economía, política y antropología. Y es que todo eso no cabe en la foto.
Como peli histórica no funciona porque para empezar lo que se cuenta no ocurrió nunca. Además hay un problema de mesura. Se emplea mucho tiempo en contar lo que ocurre antes de que Robin se haga forajido. Uno se da cuenta demasiado tarde de que no va a pasar de ahí, de que esta es una peli en la que no veremos al Robin clásico. Es una especie de "Robin Hood Begins", siguiendo la estela de otros -ejem- superhéroes.
Encima se recrea la Inglaterra medieval al más puro estilo "Los pilares de la tierra", en la que los buenos son adalides de la democracia y de los valores de Obama, y los malos barones sedientos de poder que lo único que quieren es invadir tierras y más tierras. Y al final, muchas ínfulas para acabar en lo de siempre: batallita climática para que que Russell Crowe pueda posar disparando el arco a cámara lenta y pegando mamporros.

El nuevo argumento tiene además un giro bastante tramposo. Todo el rato se nos hace creer que Robin no tiene nada que ver con Nottingham y de repente resulta que nació allí, se crió allí y su padre era el poco menos que el iniciador de la proto-democracia en Inglaterra. El protagonista, que no se acordaba de todo esto, lo rememora con la ayuda del venerable señor de Nottingham en un aleatorio flashback en el que hasta el espectador más garrulo alzaría la ceja con desconfianza.
Y esa música... agh. La banda sonora es de Mark Streitenfeld, un viejo conocido de Hollywood como editor musical. En esta le han dado luz verde como compositor, se ha liado la manta a la cabeza y su música no para de sonar en toda la peli. Hay un tema épico hasta cuando Robin Hood va a mear. Qué pesao!
Pero sin duda lo peor de todo es el malo, soso y acartonado, interpretado -otra vez- por Mark Strong: el malo de "Kick-ass" y de "Sherlock Holmes". Por favor, ¿es que no hay más actores de plantilla en Beverly Hills?


¡Que no estoy encasillao, copóoooon!

Es realmente sorprendente que una peli que empieza con cierta gracia acabe cayendo en el más manido repertorio de clichés. El caso es que a Ridley Scott le dejan hacer lo que quiera, porque para eso es Ridley Scott, porque si no no me explico semejante engendro de guión.
Si la peli se hubiera llamado "Robin Hood: origins" o "Nottingham Forest" me habría molado más. Pero es que desde el mismo título la peli es fullera. Yo quería ver a Robin Hood robando a los ricos para dárselo a los pobres, enfrentándose al sheriff, etc.
De esta no rescato ni a Russell Crowe, en el peor papel que le he visto. Y si no se lleva menos nota es porque tiene un par de puntos buenos, como el cásting de los secundarios, o las ráfagas de originalidad del guión de base y esa Lady Marian, una decente Cate Blanchett que lleva con orgullo el magro papel que le toca.

Como en una mala pintura, los materiales son de calidad. Pero la mano pega unos brochazos de espanto. Y hablando de brochazos, por cierto: excelentes títulos de crédito finales. Quizá lo mejor de la película. El resto...
A la hoguera!