domingo, 28 de junio de 2009

El estrecho mundo de Coraline


Peli:
"Los mundos de Coraline"
Puntuación: 6/10



“Los mundos de Coraline”, de Henry Selick, está recibiendo estupendas críticas allá donde va. Su creador ya nos ofreció “Pesadilla antes de Navidad” de Tim Burton (TIM BURTON!) y esa de “James y el melocotón gigante”, basada en un cuento de Roald Dahl. “Coraline” se basa a su vez en una historia de Neil Gaiman, el guionista de “Beowulf” y famoso autor de cuentos, cómics y novelas fantásticas.
Trata de una niña que se muda con sus padres a un caserón y descubre un pasadizo a un extraño y sugerente universo paralelo, donde también hay unos padres muy parecidos a los suyos.


Coraline pasa por la vagi... por el túnel a una nueva realidad

Lo primero que quisiera decir es que por desgracia no vi la película en 3D. Ya me alegré de hacerlo con “Monstruos contra alienígenas”, ya que mejora la experiencia una barbaridad. Si la película es mediocre, al menos uno puede deleitarse con los efectos. Pues bien, a Coraline le hubiera venido bien el subidón de 3D. Porque me aburrí. Me aburrí, me aburrí, me aburrí.
Sí, la animación es excelente. El diseño de los personajes, cuidadísimo. Uno disfruta viendo el gesto de los muñecos (sobre todo de Coraline, la más estudiada), sus movimientos, la interacción con el medio. Pero esa fascinación por la animación dura como 15 o 20 minutos. Luego tiene que entrar la historia para enganchar. Y es que la historia es flojita. Predecible, esquemática y recortada como un puzzle perfecto de cuatro esquinas que –irónicamente para una peli de este tipo- no permite mucho escape a la imaginación.

Ya me pasó un poco con “Pesadilla”, de Tim Burton (TIM BURTON!), que me parece bastante sobrevalorada. Reconozco su valor y no la quemo en la hoguera, pero tampoco me muero por este cuento, que en su momento me pareció algo tontorrón y vacuo. A Coraline le pasa un poco lo mismo. El hechizo le dura a la niña lo que al espectador. Lo que descubre al otro lado del espejo canta a rancio desde que empieza la peli, y su lucha y rito de paso pillan muy poco por sorpresa, tanto al adulto como al niño, que no es tonto. Porque los niños serán pequeños, pero no son tontos.


Señora, a quién pretende engañar con esos botonacos en los ojos

Aviso a navegantes porque me parece que “Coraline” está recibiendo parabienes desproporcionados. Y a ver, no está mal, pero no es para tanto. Es como un reloj suizo de precisión cuyo arquitecto hace gala de intelecto más que de corazón. No la quemo porque es bonita y tiene sus momentos, y porque mis principios no me permiten quemar algo que sea mínimamente gótico. Pero no la recomiendo. Solo para acérrimos de la animación.
Quizá en 3D...

martes, 23 de junio de 2009

A chumari le gusta Ponyo!


Peli:
"Ponyo en el acantilado"
Puntuación: 10/10



Estudio Ghibli. El mero nombre atiza el rescoldo de mi imaginación infantil.
El maestro Hayao Miyazaki y su equipo nos traen un nuevo cuento: “Ponyo en el acantilado”, la historia de amor entre una niña pez y un niño humano. La clásica historia de la sirenita, sí, pero con la estética, la profundidad de imagen, el gusto, el trabajo... en suma, el arte de Miyazaki.



Tenía cierta duda sobre la peli, porque la última, “El castillo ambulante”, aunque era una joya, no llegó a emocionarme tanto. Luego llegaron los cuentos de Earthsea, del hijo de Miyazaki (o del sobrino?) que tampoco eran para tirar cohetes. Sin embargo “Ponyo” vuelve a traer imágenes que pertenecen al mundo de los sueños. No recuerda el mejor Miyazaki. Es el mejor Miyazaki. Los temas visuales están ahí: los estilizados vehículos voladores –nadadores-, los rasgos de la arquetípica vieja mala, esta vez en el dios del mar, la magia de Tottoro en los dientes de Ponyo, la increíble y sugerente música, los espíritus de la naturaleza, que transmiten esa mezcla de miedo y atracción... y esos dibujos, dios mío. Esos dibujos tan maravillosos.

Apenas se puede destacar “lo mejor” en una obra maestra, pero me quedo con el diseño del personaje –de todos- pero en especial de la protagonista. Ponyo es simplemente a-do-ra-ble, ya sea en forma pez, humana, o multiplicada por mil, en esa imagen centuplicada de las hermanitas de Ponyo con traje rosa saliendo por un ojo de buey o mordiendo una pompa de jabón. Como dirían en Japón: kawaiiii! (qué mono!).

Ponyo me enamora

Se trata esta de una historia serena sobre el mar, el amor, el hombre, la tecnología y los sueños. Se trata de un cuento sencillo con múltiples niveles de goce. Se trata de un canto a la alegría de vivir. Se trata de una fábula ecológica e infantil con forma de pescadito que nos hace cosquillas en las glándulas de la ilusión. Se trata de una joya bien pulida que no atiende a la razón, sino al corazón.
Se trata, en fin, de una maravillosa película.


Esto es lo sublime

“Ponyo” no solo es absuelta, sino que se sale del firmamento. Mis ojos y mi pluma son demasiado bajos y necios para ponerle una nota. Baste el 10 como señal para lectores perezosos. Salve, Miyazaki. Y gracias, eternamente gracias.


Gracias, señor Miyazaki

domingo, 21 de junio de 2009

En beneficio de Russell Crowe


Celebrity:
Russell Crowe



Quisiera romper una lanza por Russell Crowe. Sí, habéis oído bien. Russell Crowe, el neozelandés cantarín y peleón que también se dedica a actuar. Son sus marcas de identidad la mirada azulada, cierto cachetón y barbilla rubia de cuatro días. Que cae gordo, que se mete en trifulcas, que canta como el culo y que tiene un carácter insoportable. Probablemente. Pero hace su trabajo como nadie.



¿Qué por qué este arrebato? Porque hay pocos actores que me transmitan tal sensación de realidad. El tipo igual hace de galán, de héroe épico, de villano o de representante de la clase media y lo mejor de todo es que lo parece. No, mejor dicho: lo es.
Pongamos por caso su general Máximo, de “Gladiator”. Vaya vaya tela. Eso sí que es un héroe épico de carne y hueso. Hoy mismo han puesto en la tele “Cinderella Man”, que no había visto. ¿Qué me decís de ese Braddock, boxeador victorioso y muerto de hambre con una enternecedora y negrísima mella en la sonrisa? Es que no tiene precio. Hasta su capitán de “Master & Commander” parte la pana. Casi tanto como su poli quemado y mediocre de “American Gansgter”.
Además el tipo no deja de elegir papeles buenos, no sé como lo hace. Todo el mundo mete la pata de vez en cuando con alguna película algo peste, pero Crowe no suele fallar. Es un tiburón en busca de su objetivo: trabajos que le motiven y buenos directores. Y si no se ha llevado más premios en el camino ha sido seguro por ser tan capullo y tan metepatas (la más gorda cuando le partió la cara al conserje de un hotel con un teléfono).


De poderío machote...

La última en la que vi a Crowe fue en la sorprendente “State of Play”, de la que no comenté nada en la Inquisición... hasta ahora. Digo sorprendente porque una película en la que Ben Affleck y Crowe comparten cartel no promete mucho que digamos, pero el resultado es soberbio. Ni acordarme puedo ya del argumento, que era bueno, ni de la resolución, con dos o tres finales, ni de la fantástica ambientación, ni del excelente reparto, Affleck incluido. Es que el personaje interpretado por Crowe eclipsa a todo lo demás. Su periodista gordaco y feo, enamorado de su trabajo, tenaz y metepatas recuerda un poco a la figura que representa el propio actor. Mellado, imperfecto, triste a veces, pero contundente y jugoso como un cacho de carne en la sartén.
Héroe à la Hollywood, y por muchos años.


... o adalid de la clase media


La Inquisición otorga bula vitalicia para Russell Crowe.
Absolutio!

lunes, 8 de junio de 2009

Los terminators no tienen pilila


Peli:
“Terminator Salvation”
Puntuación: 7/10



Al visionado de “Terminator Salvation” llega uno precavido por la fallida tercera parte, a la par que aguantando la sonrisilla cada vez que viene a la memoria el incidente de Christian Bale y su famosa pasada de rosca en el set con el “What don’t you fucking understand?” Jeje.


No interrumpir el ensayo, que se cabrea

El planteamiento visual de la peli, en tonos sepia, parece apuntar a lo comedido, sobre todo después de ver el tráiler de “Transformers 2”, que tiene más colores que un Happy Meal. Nada más lejos de la realidad. Los efectos especiales toman rápido el relevo y nos impactan con escenas escalofriantes de acción muy bien llevadas que se parecen más a “Black Hawk Down” que a cualquier desfase de Michael Bay. La sinfonía de efectos se sustenta en un cuento de quizás excesivo paralelismo con las precuelas, pero que cierra bien. La película tiene la suficiente entidad como para soportar guiños que saltan en todo momento. ¿Y por qué no? Casi se agradece un poco de juego intertextual facilón para el espectador veterano.

Es muy difícil hablar de “Terminator Salvation” sin destripar nada. Pero digamos que el bucle temporal iniciado en la primera entrega queda sorprendentemente bien rubricado con una peli de acción bien hecha, divertida y sin más pretensiones que petar la taquilla.
Lo mejor sin duda es ese jugueteo con el espectador a través del personaje interpretado por Sam Worthington, un total y absoluto acierto de cásting que me sedujo de principio a fin. Un crack, el tipo. Le da una réplica perfecta al John Connor de Bale, a quien solo lamento no poder haber oído en versión original.

Los pecados... peccata minuta. Sí, hay agujeros aquí y allá, sobre todo en la resolución final. Y también se ve venir todo como demasiado a la legua, como que a veces parece que al espectador le toman por lelo, pero... qué más da. No hay mucha trampa en el guión, que ya es algo. Tampoco nos cuentan si los T-800 tienen pilila (fijo que sí). Y bueno, todo se perdona cada vez que asoma la cabecilla uno de esos animatronics de ojillos rojos tan encantadores.


I love you more than pancakes

La esencia de Terminator está intacta. No quizás con la elegancia y el respeto de un Bryan Singer, pero con eficacia. Absolvemos a estos titanes de chapa, al jefe de la resistencia y sobre todo a Worthington.
Skynet, digo, la Inquisición sigue en vela (ejem). Saludos churruscados!

domingo, 7 de junio de 2009

¿Qué le pasa al cine español?

Una nota retrospectiva. Las películas españolas mejor valoradas del 2008 por la crítica nacional (guiémonos por las nominaciones a la mejor película en los Goya) son “Camino”, “Los girasoles ciegos”, “Los crímenes de Oxford” y “Sólo quiero caminaahr” (léase esta última con acento de Chiquito, que me aburro).
Recaudación total en España de cada una:

Mejor puesto: “Los crímenes de Oxford”: en el número 15, con 9.677.872 eurazos, entre “High School Musical 3” y “Iron Man”. No está nada mal.
“Los girasoles ciegos”: puesto 49, con 4.417.110 euros. Bueeeh...
“Camino”: puesto 104, entre “Superhero Movie” y “Darjeeling Limited”, con 1.539.272 euros. Aquí se tuerce la cosa.
“Sólo quiero caminar”: puesto 131, por debajo de “Step Brothers”, con 1.136.046 euros. Más que se tuerce (fuente: Box Office Mojo).


Frodo arrima el bolsón

¿Es o no es para echarse a llorar? Cualquier producción americana y patatera le saca los colores en taquilla a las mejores películas españolas del 2008. Secreto a voces: desde luego el vulgo tiene el gusto en el culo.
Afortunadamente, con el 2009, el cine español levanta el vuelo con “Mentiras y gordas” y “Fuga de cerebros”. No ganarán los Goya, pero al menos la gente va a verlas al cine. Carne para los leones. Bueno, también dicen que para gustos, colores. Efectivamente la taquilla y la calidad no van tomadas de la mano. ¿O sí?

No tenemos remedio

Mais non! En nuestro país podremos ir de culo, pero en Francia se demostró el año pasado algo bien distinto. Una producción muy sencillota pero bien hecha, “Chez les Ch´tis” (“Bienvenidos al norte”), se ha convertido en la peli más taquillera de la historia en Francia. Ha recaudado casi 165 millones de euros. Sí, habéis oído bien (para que os hagáis una idea, la peli más taquillera en España en el 2008 fue “Indy IV”, con 27 millones). Y “Entre les murs” (“La clase”) no le va muy a la zaga. Este docudrama que en teoría dormiría a las marmotas ha recaudado once millones de eurazos! Mon Dieu! Mucho más que cualquiera de nuestros flamantes nominados a los Goya. Da que pensar, ¿que no?
Habrá que ir poniéndole velas a San Amenábar. Ubi Sunt? ¿Qué estamos haciendo mal, monsieurs? ¿Por qué seremos tan catetos? ¿Por qué no sabemos conjugar éxito en taquilla y calidad?
Oh, Bayona! ¿Fue un espejismo lo de “El orfanato”? Socórrenos en estas horas de incertidumbre!

viernes, 5 de junio de 2009

Lisbeth, me alegro de que estés aquí


Peli:
"Millenium I: Los hombres que no amaban a las mujeres"
Puntuación: 7/10



Rayos, rayos y más rayos y truenos, repámpanos, por las barbas del profeta, en suma... JODER! Los paletos del Rotten Tomatoes han cambiado el formato de la página y han convertido la sede de la inquisición en un antro horrendo que molesta a la vista y ha perdido todo el encanto. Trabajo de años... dolor... Por eso, sea! A grandes males, grandes remedios. Me refugio en este espacio, mucho más saludable, con ventanas amplias y sin publicidad. Debería haberlo hecho mucho tiempo. Señores, la Inquisición se muda. Están invitados al estreno.

Comenzamos con crítica y película, como tiene que ser.
“Los hombres que no amaban a las mujeres” es el primer tomo de la trilogía “Millenium”, de Stieg Larsson, autor sueco fallecido a los 50 años, en 2004. Se trata de un thriller protagonizado por una insólita pareja de detectives, un periodista de investigación, Mikael Blomkvist, y la hacker Lishbeth Salander. La novela, cuyo rocambolesco y largo título hace doble referencia los asesinos y a los maltratadores de mujeres, se sigue vendiendo como rosquillas por todo el mundo desde el año pasado. Yo me la leí en noviembre, en un viaje a Rusia, y he de admitir que me enganchó. Ya en su momento me llamó la atención el potencial que tenía para ser llevada al cine. Poco sospechaba yo que mientras me la leía en un hotel de San Petersburgo, los suecos ya tenían casi terminada la película.


Lisbeth Grijander Jarenagüer


Lo peor que tiene el ver una película basada en un libro que ya te has leído es que toda la intriga se va a la mierda. Y claro, si además el libro es de intriga, pues... no ayuda. Quiero creer que el espectador virgen se sentirá seducido por los personajes y se sorprenderá como yo me sorprendí, sobre todo en los emocionantes compases finales. Afortunadamente hay otros placeres ocultos para el que ya se haya leído la novela, como anticipar los pequeños detalles o rememorar las escenas favoritas. Y por supuesto, evaluar y decidir si los actores son dignos y encarnan de forma adecuada a nuestros héroes.
Me alegra decir que el balance es muy positivo. El cásting es impecable. Los protagonistas están perfectos. A nivel de guión se han solventado muy bien los problemas, que no eran pocos. Es la típica adaptación en la que dices: “me lo imaginaba así”. No me lo esperaba, creía que hoy tendríamos hoguera, pero no. La película es... buena. Fría, quizás, demasiado literal. Pero leñes, me doy un cantazo en los dientes.

Lo que me gusta de la primera entrega de “Millenium” es que el tema de fondo, el del maltrato a las mujeres por parte de los hombres, subyace a toda la trama y va apareciendo aquí y allá de forma sutil pero ininterrumpida, no solo en historia de detectives, sino el propio pasado de Lisbeth, sin duda el mejor personaje de la saga. No deja de sorprender que una novela negra tan comercial lleve impresa esa moraleja tan necesaria, sin dejar de ser sexy. Y es que también mola que los personajes sean tan promiscuos y estén todo el rato dale que te pego (el famoso libertinaje escandinavo, yeeeja!).
Todo esto está llevado de forma magnífica también en la película, sirva como reclamo.
Por otra parte, sí que es un poquito larga. Y hay una gran desventaja: que luego viene la segunda parte. Y no es por nada, pero en mi opinión, todo lo que el primer libro tiene de original, el segundo lo dobla en sopor, clichés y paja.

El segundo libro me pareció un tostonazo

Pero Lisbeth mola. Eso es lo importante.
El bueno de Stieg nos mira desde el Valhalla y seguro que se lamenta de no poder estar aquí para disfrutar del exitazo que está teniendo su libro y ahora, la película. No sé, a mi me gusta imaginármelo con su leve sonrisa, como en la solapa del libro, contento de habernos presentado a Lisbeth, y de que nos guste. Congrats, dude. Nos gusta, y mucho.
Absolutio inquisitionem!