Peli: "Chico & Rita"
Puntuación: 9/10
Y estamos de suerte, porque tarde, pero llega a las pantallas rusas la peli de Trueba y Mariscal, "Chico & Rita", ficción en dibujos animados que se llevó el aplauso del público este año allá por donde pasó. En España no solo hizo buena taquilla para una producción de este género, sino que obtuvo el beneplácito tanto del espectador como de la crítica y además fue galardonada con el Goya a la mejor película de animación. En Moscú nos unimos al aplauso unánime (y literal) en la sala del preestreno, el pasado domingo, abarrotada y con el extra de la presencia de Chucho Valdés, hijo de Bebo, autor de la música del film e inspirador del personaje protagonista.
La verdad, confieso me de daba pereza y no las tenía todas conmigo. Si fue a verla fue por la ferviente recomendación de Maese Hulk (véase blog aquí, en ruso), que la vio en el festival Cinespaña y le encantó. Temía quizá encontrarme con un cuento trillado, o aún peor, cursi. Pero todo lo contrario. La historia es tan honesta que la Inquisición estuvo media película con el alma en vilo, atenazado el corazón por el vaivén de los protagonistas. Y es que en la historia de Chico y su amante se encarnan las letras de todos esos boleros míticos: de la pasión al desencuentro, el reencuentro y vuelta a empezar. La música lo envuelve todo en su perfume a tabaco, ron, brisa caribeña y almizcle y derrama su verdad por los personajes, que se hacen más vívidos que si fueran de carne y hueso. La Inquisición sintió el nudo en la garganta del viejo amor, el de verdad, el único, ese que se canta en una letra o se expresa en unas notas al piano. "Pasarán más de mil años..."
Probablemente mis palabras llueven sobre mojado, ya que llegan relativamente tarde. Sin embargo no quisiera dejar de insistir en que la viérais si aún no tuvisteis la oportunidad. Esos momentazos... la primera noche de amor de Chico y Rita y su reencuentro en la mañana... momento psicodélico-onírico con bits and pieces de clásicos estadounidenses en el trayecto en barco a Nueva York... panorámica de la vieja Habana desde la ventana del cuarto de Chico, zoom a sus ojos con música en un canal nostálgico que suena en el transistor... Y el reencuentro. Como el de un bolero. Ay, el anhelo recompensado.
Absolutio.Y, ¿no va a haberla, cuando uno llora como un bobo?
Gracias a Trueba, a Mariscal, a Bebo... y a todos los demás artistas.
Absolutio, oh yes.