martes, 25 de octubre de 2011

Estreno de "Chico & Rita" en Moscú


Peli: "Chico & Rita"
Puntuación: 9/10







Y estamos de suerte, porque tarde, pero llega a las pantallas rusas la peli de Trueba y Mariscal, "Chico & Rita", ficción en dibujos animados que se llevó el aplauso del público este año allá por donde pasó. En España no solo hizo buena taquilla para una producción de este género, sino que obtuvo el beneplácito tanto del espectador como de la crítica y además fue galardonada con el Goya a la mejor película de animación. En Moscú nos unimos al aplauso unánime (y literal) en la sala del preestreno, el pasado domingo, abarrotada y con el extra de la presencia de Chucho Valdés, hijo de Bebo, autor de la música del film e inspirador del personaje protagonista.


"Chico & Rita" parte de una idea de Trueba y Mariscal, que coincidieron en el rodaje de "Calle 54" y desde entonces fantasearon con la idea de hacer una peli de animación con tema cubano, homenaje a la música de los años 40 y 50. Aunque se trata de una historia de amor, la verdadera columna vertebral de la película es la propia música de Bebo Valdés. Todo lo demás se monta alrededor de la maravillosa banda sonora, verdadera protagonista, sin menospreciar tampoco el brillante trabajo de animación y de creación artística de personajes y decorados. Nunca antes se había sentido uno tan en La Habana y Nueva York como en esta película. Soberbio tándem el del Mariscal y Trueba.

La verdad, confieso me de daba pereza y no las tenía todas conmigo. Si fue a verla fue por la ferviente recomendación de Maese Hulk (véase blog aquí, en ruso), que la vio en el festival Cinespaña y le encantó. Temía quizá encontrarme con un cuento trillado, o aún peor, cursi. Pero todo lo contrario. La historia es tan honesta que la Inquisición estuvo media película con el alma en vilo, atenazado el corazón por el vaivén de los protagonistas. Y es que en la historia de Chico y su amante se encarnan las letras de todos esos boleros míticos: de la pasión al desencuentro, el reencuentro y vuelta a empezar. La música lo envuelve todo en su perfume a tabaco, ron, brisa caribeña y almizcle y derrama su verdad por los personajes, que se hacen más vívidos que si fueran de carne y hueso. La Inquisición sintió el nudo en la garganta del viejo amor, el de verdad, el único, ese que se canta en una letra o se expresa en unas notas al piano. "Pasarán más de mil años..."











Probablemente mis palabras llueven sobre mojado, ya que llegan relativamente tarde. Sin embargo no quisiera dejar de insistir en que la viérais si aún no tuvisteis la oportunidad. Esos momentazos... la primera noche de amor de Chico y Rita y su reencuentro en la mañana... momento psicodélico-onírico con bits and pieces de clásicos estadounidenses en el trayecto en barco a Nueva York... panorámica de la vieja Habana desde la ventana del cuarto de Chico, zoom a sus ojos con música en un canal nostálgico que suena en el transistor... Y el reencuentro. Como el de un bolero. Ay, el anhelo recompensado.

Absolutio.Y, ¿no va a haberla, cuando uno llora como un bobo?
Gracias a Trueba, a Mariscal, a Bebo... y a todos los demás artistas.
Absolutio, oh yes.

sábado, 15 de octubre de 2011

Cuando la vida se nos va


Peli: "Another Year"
Puntuación: 7/10







Es curioso cómo de repente uno enlaza pelis que en principio no tienen nada que ver y al final acaban hablando de los mismos temas. Me pasó con "Melancholia" y "Elena" (apocalipsis), "El árbol de la vida" y "Melancholia" (tema espacial con música clásica, aunque para distintos fines) y ahora me pasa con "Another Year", que recuerda a "Elena" y a "El árbol de la vida". A esta última sobre todo en el cartel. Por lo del árbol, digo.



























Pero si Elena era Dostoyevski, esto es más bien Chéjov.
Mike Leigh, laureado director y guionista, nos trae "Another Year", retrato de un año en la vida de un matrimonio mayor que vive en un barrio residencial londinense. Tom & Gerri han conseguido ser "felices" y representan la serenidad, la empatía, el saber estar, la estabilidad. En fin, la tierra firme (para más señas él es geólogo y ella asistente social). Los protagonistas son el salvavidas al que se aferran los náufragos de la vida, por así decirlo y si me permitís una metáfora tan cursi. Por eso se nos habla más de la gente que vive a su alrededor, sus amigos, conocidos y familia, que de ellos mismos. Porque al fin y al cabo, la felicidad no interesa tanto como la desdicha. Los protagonistas son más bien la tabla de medir con la que comparamos al resto de los participantes en la trama.

La peli dura dos horas, y está dividida en cuatro cuartos, como una tarta: primavera, verano, otoño e invierno. En cada parte obtenemos lo que es menester. En el mismo orden: esperanza, nacimiento, decadencia y muerte. Por eso lo de "another year". Por la casa del distrito londinense desfilan los personajes, satélites a la pareja principal: hijo, hermano y amigos, sobre todo Ken y Mary. En especial la historia se centra en el personaje de Mary, la amiga del trabajo de Gerri, una cuarentona patética y desdichada interpretada con gran talento por la actriz Lesley Manville, una clásica de la BBC y del propio Mike Leigh.

El retrato naturalista y sin ambages de los perdedores de la vida, Ken y Mary, gana énfasis a la luz del matrimonio protagonista. Primavera, personajes cortados con tiralíneas, estremecedor prólogo protagonizado por una soberbia Imelda Staunton sobre la soledad y la desconexión con la vida. Verano, con un lenguaje dulce, exquisito, se nos describe a los personajes fielmente y con cuatro trazos magistrales. Interesante el efecto en el espectador, véase chumari, que empieza el film alzando una ceja cuando le intentan ensartar a unos infelices tan clichés, tan "de libro". Chumari se aburre un poco, piensa que "Secretos y mentiras" era más cruda. Imposible no comparar.

Pero llega el otoño, y se da cuenta uno de que ya está en el bote, porque no hay más remedio con ese guión, esa narración y esas interpretaciones. Y en el invierno Tom & Gerri me empiezan a caer mal. Pero, ¿por qué? Si son encantadores, amables y tienen todo lo que uno puede desear en la tercera edad. Y, ¡precisamente por eso! Y de repente, zas. He caído con todo el equipo, empatizo tanto con los perdedores que ya soy uno más. Y me duele que mis amigos sean tan perfectos. ¿Por qué tenéis que ser tan jodidamente perfectos? 
Un momento, chumari. Que eres el espectador. No estás en la cocina de una casita adosada en Londres.

Bravo, Mike Leigh.

Nota friki: atentos a varios de los protagonistas, secundarios de oro en la saga de Harry Potter.

viernes, 7 de octubre de 2011

El fin del mundo comienza en Rusia


Peli: "Elena"
Puntuación: 9/10



Muchos habréis hecho el intento de acercaros a Rusia, aquí en el país o desde la distancia. Los que lo hayáis hecho a través del arte y de la cultura habréis podido constatar que el espíritu ruso tiende a la trascendencia: las grandes preguntas, el ser o no ser, lo existencial. De ahí, a la melancolía y a la seriedad en los temas. Lo hemos visto en la pintura, en el cine y en la literatura. Repin, Tarkovski o Dostoyevski nos han enseñado los entresijos del alma humana y lo que nos muestran es tan sublime como sobrecogedor.

"Elena", de Andrei Zvyagintsev, estrenada en el pasado Festival de Cannes, donde ganó el premio del jurado en la sección "Una cierta mirada", llega ahora a las pantallas rusas. Poco o nada sabía de este director, una verdadera sorpresa para la Inquisición. Su ópera prima, "El regreso", se llevó el León de Oro en Venecia en 2003. La segunda, "Izgnanie", también lo petó en Cannes. "Elena" es su tercer film, en el que sigue abundando en temas universales: familia, amor, muerte.






























Elena, mujer rusa, madura y moscovita, reina en el piso de semi-lujo de su marido, un empresario jubilado con el que entabló relaciones cuando los dos ya eran mayorcitos. Duermen separados, solo coinciden casi en los desayunos y hacen vidas casi independientes. Sin embargo, se respetan y se quieren. Ambos tienen un hijo y una hija de anteriores relaciones. Ella convive con el drama de tener que mantener a la familia de su único hijo y él soporta la ausencia de su hija, una hedonista que pasa bastante de su padre. Este es el planteamiento. ¿Parece un sopor? No lo es.

Nadie se sorprende ya de que Dostoyevski nos muestre lo recóndito del alma humana en personajes decimonónicos. Lo meritorio -y deleitoso- es conseguirlo así, con una historia tan actual y tan cercana: los personajes de "Elena" respiran verdad y muestran un mundo contemporáneo y a la vez eterno. Por un lado, el de la sociedad rusa, dividida claramente en dos estamentos y representada por los dos personajes principales de forma soberbia y clarividente.
Por otro lado está el mensaje, claro, rotundo. En la superficie, una crítica social feroz. En el fondo, una tragedia horrenda que revela cómo -efectivamente- los últimos serán los primeros. La carne bruta, la ignorancia, la violencia y el horror heredarán la tierra. Porque al fin y al cabo, la humanidad es fiera por naturaleza.

Vedla cuando llegue a las cuatro salas españolas. Si tenéis suerte, alguna copia caerá en vuestra ciudad. Aunque solo sea por su valor antropológico, "Elena" merece la pena. Se trata del retrato más fiel que he visto de la Rusia que he vivido, sin afectación. Eso sin contar todo lo demás. El por qué colocarla en la sección "Una cierta mirada" es lo único que me extraña. ¿Una cierta mirada? No. La mirada.

Absolutio cum laude.