sábado, 7 de julio de 2012

El reino del anochecer


Peli: "Moonrise Kingdom"
Puntuación: 6/10







Llega la Inquisición a España en plena resaca post eurocopa y recién rescatados (juntando términos sale "rescaca", un neologismo más que apropiado). Encuentro un Madrid pizpireto y modernete que maquilla bastante bien los efectos de la depresión, solo visibles en calles secundarias y pequeños detalles que solo encontrará el frío observador. Proliferación exagerada de pedigüeños, tiendas desmejoradas, clientelas ínfimas. Eso sí, el clima sigue siendo magnífico.

Alojado como de costumbre en el convento de Doña Joaquina y bajo el tutelaje de fray Ricardo de Peñarol y Blanco, Tomelloso se arremanga las capas (descubriendo unas canillas blancas translúcidas como la primera nieve y embutidas en juguetones calcetines de la selección española) y sale de maitines tirando p'al cine. A falta de superhéroes, ya que ralean las sesiones de "The Avengers" y el nuevo trepamuros no estaba disponible todavía (por cierto, qué difícil es decir "trepamuros" en inglés, "wallcrawler", probadlo si tenéis güevos) nos plantamos fray Ricardo y un servidor en los Yelmo Ideal para ver "Moonrise Kingdom", la última de Wes Anderson. 

La peli es un primoroso cuentito que cuenta la historia de amor entre dos adolescentes: Sam Shakusky, huérfano, boy-scout, gafotas y resabido, y la niña Suzy Bishop, lolita adolescente atormentada que vive con su extraña familia en una isla de Nueva Inglaterra. Entre los pocos adultos que pueblan la isla tenemos al jefe de policía, los scouts adultos y la familia de la niña, un elenco brutal entre todos: Bruce Willis, Ed Norton, Bill Murray, Tilda Swinton, Frances McDormand y hasta un Harvey Keitel de bola extra. Toda la acción transcurre en este micro universo a tamaño juvenil, donde los adultos son minoría y se muestran torpes y confusos. Los zagales son los verdaderos protagonistas de esta fantasía en la que apenas hay presentación, nudo o desenlace. Las complicaciones son mínimas y la fuerza de la película, más que en guión o la puesta en escena, reside en el efectismo, la estética y sobre todo en la potente química entre los jóvenes protagonistas.

Esta petisa dará que hablar












De Wes Anderson he visto solo "The Royal Tenembaums" y "Fantastic Mr. Fox", dos pelis que no están nada mal, sobre todo la segunda. Basta con ver "Tenembaums" para descubrir las tripas del director, ya que describe a una familia que muy bien podría haber sido la suya. Un leit-motif de Anderson es el de la familia disfuncional, con padres sesudos que se comportan como niños e hijos medio pirados que tienen problemas de adultos. El diálogo (o más bien la falta de) entre estas dos generaciones está siempre presente en su cine, por lo menos en estas tres pelis. Otro tema es el del amor, claro. Siempre rarete, con un toquecillo incestuoso. No hay diferencia entre amantes, primos, amigos, hermanos. Y salen unas cosicas que ruborizarían al mismo Freud. Claro que a la vez Wes Anderson suele suavizar sus cócteles con humor suave, colorines, musiquilla dulce y gominolas.

Lo que mola de "Moonrise" es la sencillez de la historia y lo primoroso del relato. Sí, y digo primoroso con todas las connotaciones, porque la peli es tan tan resultona que puede provocar cierto rechazo por saturación. El buscado preciosismo está justificado ya que todo se ve en la peli con los ojos de unos adolescentes enamorados -supongo- aunque se cuente en clarísima tercera persona. Parte del éxito en conseguir todo esto se debe a la marcada estética andersoniana, que ya hizo sus pinitos en la animación (véase la peli del fantástico zorro) y hace que "Moonrise" parezca casi una peli de animación hecha con personajes humanos. La otra parte probablemente se deba al bueno de Roman Coppola, co-autor del guión y conocido videoclipero.

Momento chunda-chunda













Lo que no mola tanto es, por un lado, la ultra sencillez del cuento, que puede producir aburrimiento, indiferencia o desencanto, por mucho que podamos justificarlo argumentalmente en base a la tábula rasa que se propone para que los dos protagonistas creen su mundo. Es tan ligera o poco profunda que a veces marea como un paseo en un bosque demasiado oxigenado. Por otro, que a veces la peli tiene un lenguaje pedante y pretenciosillo que tampoco acaba de casar con el talante de la historia. Se gusta demasiado a sí misma por momentos y mata la frescura de la propuesta que sí tenía la más resultona "Fantastic Mr Fox", basada -claro- en la obra homónima del genial Roald Dahl.

Sin embargo, si sabemos escuchar y mirar y perdonar un poco la pedantería y el cursilerío ocasional, la peli tiene mucho que ofrecer y muy buenos momentos, aunque como he dicho parezca un refrito de "Mr Fox" pero con personas en lugar de animales. Baste mencionar el verdadero clímax de la peli, las escenas en la cala escondida, pero también hay mucho y muy divertido en algunas chispas de diálogos, en la música, siempre muy buena acompañante, o simplemente en los detalles. El final es redondo y ayuda. Ricardo lo expresó en una frase: es "Miss Tacuarembó". Efectivamente, es lo mismo pero con más presupuesto y con muchísimas más pretensiones. Pero en cuanto al fondo, no podría estar más de acuerdo.

Poseso, obrita ligera, bonita pero prescindible. Solo recomendable para fans del indie americano. Psss...
Absolutio por los pelos.

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