sábado, 19 de junio de 2010

Vida de un sicario


Peli:
"Un prophète"
Puntuación: 8/10



Más vale tarde que nunca. El otro día la Inquisición se hizo al fin con una copia de "Un prophète", de Jacques Audiard, película revelación del año pasado y representante por Francia en los oscars.



"Un prophète" nos cuenta la historia de Malik El Djebena, un joven de origen árabe que ingresa en prisión para cumplir una pena de seis años. En este tiempo tendrá que aprender a tomar graves decisiones que le permitan llegar vivo al final de su condena. En el microcosmos de la cárcel Malik entra en contacto con la mafia corsa, que pretende apadrinarle, y con los propios árabes. Nuestro héroe descubre pronto que no le queda otra alternativa que aprender a moverse entre dos tierras.

La película es un cuento de aprendizaje, de rito de paso puro. Se trata de la historia de cenicienta, reformulada en un contexto extremo y muy actual. Lo que tiene de bueno este profeta es que no se trata del drama carcelario típico en el que la única salida es la escapada (o la redención). Por el contrario, el protagonista ha de pringarse hasta las cejas para enfrentarse a los desafíos de su nueva existencia como si no existiera nada al otro lado de las rejas. El único universo es la cárcel, una sociedad ultra-jerarquizada con comerciantes, ladrones, señores feudales, espías y reyes. Malik aprende a subir de escalafón usando sus limitados recursos no solo para sobrevivir, sino para intentar hacerse un sitio entre los que reparten el poder y disponen de las vidas de los demás.

Hay muchos aspectos interesantes en esta cinta, pero quizás lo mejor de todo sea el protagonista. Tahar Rahim lo borda. Su apariencia física es la del ser más bajo de la pirámide. El protagonista llama la atención por ser un personaje tabula rasa que entra en la cárcel sin ninguna historia que lo avale. Rahim le pone el rostro perfecto a este muchacho sin sombra representante de una clase anónima pero cada vez más predominante, la de la persona sin apenas cultura y de raza distinta a la que ostenta el poder. Digamos, "el otro". Y de esta piel y de este corazón crece un héroe del cine negro de proporciones bíblicas.



He de admitir que por momentos se me hizo un poco larga, y es que a veces en la cárcel no pasa nada. Los momentos climáticos tardan en llegar, como todo en la vida. En realidad esto es casi una virtud que revela la visión y la seriedad del film, que intenta llegar más allá de lo anecdótico. Y vaya si lo consigue. Sobre todo en dos o tres escenas claramente míticas, de calidad y permanencia dignas del mejor cine clásico a lo "El Padrino" o "Scarface", sin exagerar.

Sin embargo, y pese a todo, no la recomiendo a todos los públicos. Creo que es una película muy seria, muy buena, pero circunscrita a un tipo de cine -negro, negrísimo- que solo disfrutarán del todo los frikis del cine y los amantes del cine negro en particular. Yo mismo me he tenido que preguntar sobre lo trascendente de esta historia y para eso no he tenido que pensar mucho. La realidad del otro, de la minoría, se empieza a convertir en la realidad principal y el mensaje de "Un profeta" nos recuerda que los últimos serán los primeros. Y me da que no le falta razón.

Saludos churruscados.

2 comentarios:

Howard Moon dijo...

De acuerdo con la critica, para mí una gran cinta de cine negro... algunas secuencias consiguen una tensión estupenda. Un final memorable y un actor protagonista simplemente CO JO NU DO. Merece mucho la pena.
Un saludo!

Rick dijo...

La acabo de ver y es sencillamente perfecta. Del mejor cine que he visto en los últimos años. El actor protagonista y el corso lo bordan. Lo peor,...lo que he tardado en ponerme a verla y la gente que ni se imgina que esta gran película existe.
Un saludo!