domingo, 16 de mayo de 2010

Blas, tengo sed


Peli:
"Thirst"
Puntuación: 5/10



Los frikis de pro no necesitarán presentación para esta peli. A los pocos descarriados os recuerdo que Park Chan-Wook es el director coreano autor de la grandiosa trilogía de la venganza, de la que destaca la maravillosa "Oldboy", que se llevó el premio inquisitorial en su primera edición hace ya la friolera de cuatro años.
"Thirst" es lo ultimito de un director de culto, abanderado del nuevo cine coreano, cacareadísimo en festivales tanto europeos como americanos. Irónicamente este y otros pepinazos de autor llegan tarde y de forma irregular a nuestras pantallas. Del estreno español, la verdad, no estoy enterado. ¿Quizá se vio en Madrid y Barna? Alúmbrenme los nativos.
Es extraño que sigan ocurriendo estos despropósitos, sobre todo teniendo en cuenta el currículum que trae la peli bajo el brazo. No solo eso, también se llevó otro premio del jurado en Cannes el año pasado. En fin.


Estos dos te la lían parda

"Thirst" es una incursión del maestro Park en el mundo de los vampiros. De hecho, en coreano, la peli se titula "Bakjwi", que al parecer significa "murciélago". El protagonista es uno de sus actores fetiche, Song Kang-ho, que se desenvuelve esta vez en un papel muy comedido y casi antitético a otros suyos. Interpreta en esta película a un cura católico que cede a la tentación, cayendo en los brazos del amor de su infancia, una chica bastante pirada casada a la fuerza con un alfeñique enfermizo cuya impotencia queda más que sugerida.
En realidad el elemento vampírico está supeditado al triángulo amoroso principal y más que nada sirve como detonante para que los acontecimientos se desarrollen. El mismo director afirma que su obra está inspirada en la novela de Zola Thérèse Raquin, un estudio naturalista de caracteres en un triángulo amoroso muy parecido.

La peli muestra el estilo del autor en lo extremo de las situaciones y de los temas y en la brutalidad de algunas escenas. Park Chan-Wook consigue de nuevo sublimar lo grotesco en episodios que revelan lo que podríamos llamar una "brutalidad poética". También está presente el característico sentido del humor (muy negro) y la gran intensidad actoral.
En el lado negativo, varias cosas. Primero, que la primera parte se hace muy cansina y tarda en arrancar (vale que esto también le pasaba un poco a "Oldboy", pero luego despegaba hacia el infinito). Pero sobre todo es que la mezcla de las dos historias -la vampírica y la pasional- no acaba de cuajar. Parece el típico caso de las dos películas que se intentan fundir en una y ninguna de las dos acaba saliendo bien.


DOS! Dos películas en una! HA HA HA! (sonido de truenos)

Hay momentos brillantes, con planos potentísimos e imágenes estimulantes y llenas de riqueza visual. Uno de los momentazos (SPOILER!) es cuando el protagonista convierte a su amante y la liga en un clásico abrazo vampírico, en el que la sangre recorre las venas de ambos cuerpos, unidos en un beso. En ese instante la cabeza de la tía catatónica que los mira con los ojos vidriosos de odio desde el pasillo revela una imagen perfecta de la culpabilidad y el reproche mudo. De hecho, de la tía catatónica parten las mejores ideas de la peli, así como las más originales.
Es difícil de explicar por qué lo demás no funciona. Podría decirse que no acaba de enganchar a nivel global. Es irregular, recargada, tontorrona y un pelín aburrida. Y un poco larga, también. Uno se queda con la impresión de que le sobran escenas. Hay que reconocer su originalidad, pero viniendo de quien viene... poca sed tienen estos vampirillos de poca monta.


Otro que tenía tela de sed era el brasas de Epi, ¿os acordáis?

El final es lo que me acaba de decidir por la hoguera.
Sabéis que un buen final puede redimir un bodrio y hacer que todo cobre sentido. En el caso de "Thirst" no arregla el desbarajuste. Más bien empaña el gran trabajo anterior.
No hay absolución. Arde como vampiros ante el sol naciente. Descorro la cortina...
FLUSHG!

(¿Que qué tiene que ver todo esto con "Barrio Sésamo"? Nada. ¿Pero a que molaban los muñecajos?)

2 comentarios:

Paco Cabezas dijo...

Blas tengo sed... Blas tengo muuuuucha sed! Ummm, lástima de Park, mira que me gusta lo que hace... Blas, Blas tengo sed...

chumari dijo...

Lo que mola es el sonidito que hace Epi así como de boca sequerona abriendo y cerrando la boca y chasqueando los labios y la lengua... (chuik chuik chuik)
Sobre todo pensando en esa bocaza de trapo naranja!