lunes, 19 de abril de 2010

Metafísica para besugos


Peli:
"Mr. Nobody"
Puntuación: 3/10



"Mr. Nobody", de Jaco Van Dormael, se estrenó el año pasado en el Festival de Sitges y que yo sepa todavía no tiene fecha anunciada de estreno en las salas comerciales españolas. En Moscú hemos tenido la suerte (o la desgracia) de poder verla en el afamado cine "35mm" unas semanas antes de su estreno.
Esto me pasa por fiarme de las absurdas puntuaciones... Dios...
Según las estadísticas de filmaffinity la película obtiene la mejor puntuación del público, por delante de posibles pepinazos como "Thirst" de Park Chan-wook. ¿Cómo pueden doscientos frikis estar tan equivocados, my GOD? ¿Será que las pelis de zombis sí que pudren el cerebro después de todo?



"Mr. Nobody" trata el consabido tema del efecto mariposa y de las casualidades que a veces gobiernan nuestra existencia*. Los primeros minutos son interesantes y cumplen las expectativas más o menos, sobre todo en lo que se refiere a técnica narrativa, con flashes y saltos en el tiempo, esos recursos que últimamente dan tanto juego. La estética es cuidadísima. Un acertado estilo videoclipero que parece destinado a desafiar la imaginación del público se impone desde el principio. Luego la historia se estabiliza y se nos traslada a la juventud del protagonista. A partir de aquí la peli se convierte en un mero drama romántico ultra-convencional de historia de amor entre adolescentes. Los flash-forwards ya no cuelan y no consiguen desmelenar al cuento, que intenta ser complicado pero en el fondo es tontorrón como él solo. De desafiar al público, poquito. El videoclip empieza a parecer un videoclip. Uno muy largo.

No sé a vosotros, pero a mi me molesta que me tomen por tonto. Vale que el protagonista se llame "Nemo Nodody", de acuerdo. Vale que me intenten hablar del big-bang, de la entropía y de las nueve dimensiones en la misma película, ok. Pero para aguantar estos grados de pedantería por lo menos necesito unos mínimos de verosimilitud, que aquí se tuercen dolorosamente. ¿Y sabéis para qué? Como de costumbre, para buscar el desplante, lo que "queda chulo", la impresión fácil y el lagrimón de "dream come true". Eso sí que es deplorable (SPOILER: los chicos no se habían visto en 15 años. ¿Hacía falta sufrir tanto? ¿Dónde está internet? Hoy día uno encuentra a quien quiera. Y no me vengáis con la licencia poética de los cojones).

La maestría narrativa es difícil de explicar. Solo el artista lo vislumbra, el critico lo intuye. De una mera anécdota se puede sacar un poema, un sueño, una novela, una palabra o una frase que cambien el mundo tal y como lo percibimos. De algo sencillo nace lo sublime.
Lo que no vale es hacer lo contrario y empezar por arriba, queriendo descubrir la pólvora. Con "Mr. Nobody" uno siente como si le agarraran del hombro y le dijeran: "Te voy a contar lo sublime, vas a ver".
Ese es el problema. La película es demasiado pretenciosa.

Aparte del rollazo que os he comentado antes, se hace alarde de recursos cursis a cada momento, como el zoom al ojo azulísimo de Jared Leto, que sí, que tiene unos ojos increíbles, pero macho, funciona a la segunda y a la tercera pero a la decimoquinta ya se hace un poco cansino.
Luego vienen los paralelismos altisonantes para retrasados a través de imágenes similares y las metáforas facilonas. Redundancia por los cuatro costados durante hora y media, más o menos, que solo repercuten en el mero valor estético de la obra, tan vacía como un cascarón de huevo si le sacamos la filosofía barata y el sentimentalismo afectado, todo aderezado con una banda sonora que solo sirve para ensalzar la banalidad de todo, con éxitos de recopilación de quinceañera atemporal como "Mr. Sandman", "Where is my life" o "Everyday", de Buddy Holly. Mucha forma pero poquito fondo.


Enésimo zoom al ojo

Y es que las preguntas de fondo son las que me hice a los siete años, cuando cobré conciencia de la muerte. Interesante reflexión, sí, que sigue sin respuesta desde que el hombre es hombre, y que nadie puede contestar, especialmente Jaco Van Dormael. Y si al final viene a decirme que nuestra existencia es un accidente, pues tío, enhorabuena, sácate un máster en filosofía, pero no nos hagas perder más el tiempo con paparruchas. O hazlo, pero en la Inquisición prometemos no volver a caer en la encerrona.

Lanzo esta biliosa invectiva con toda intención porque "Mr. Nobody" representa exactamente lo que aborrecemos en la Inquisición: el culto a las formas en detrimento de la narración.
Vale, muy bonita. Pero es gato callejero. Ni pizca de liebre.
El director tiene que tener un ego que no cabe en todo Canadá. Creo que si os subís a una azotea podréis verlo, porque no es normal. Debe de ser como una nube de varios miles de hectáreas. ¡Rayos, la veo desde mi ventana! (Ummm... ¿O será la nube de polvo del Eyjafjallajökull?)
De esta dejo el cine "indie" y me paso a lo comercial durante un tiempo. ¿Sabéis de alguna sala donde aún pongan "Avatar"? ¡Vamos, "Iron man 2"! Yaja!
A la hoguera! AR!

*Esta película se parece muchísimo a otro pestiño que vi hace tiempo y que también caló bien entre el público: "Los amantes del Círculo Polar". Bueno, en realidad se parece bastante a todas esas pelis de Julio Medem que tratan sobre las casualidades y esas polladas. Así que ya sabes, si te gustó "los amantes", fliparás con esta. Limpia bien tus gafas de pasta antes de verla y lleva trapito extra, que seguro que se te empañan de la emoción.

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