domingo, 6 de diciembre de 2009

Festival de Almodóvar en Arbatskaya

La buena noticia: tres peliculas, tres, de nuestro celebrado Pedro, en un cine del centro de Moscú en sesión maratoniana de once de la noche a seis de la mañana. Y allí estaba vuestro Chumari, como buen cinéfilo patrio, plantao, representando a la piel de toro.



El cine tiene el impronunciable nombre de "Judoshestvieni" (o algo parecido). Para los que sepan ruso, allá va la foto. Se encuentra en todo el centro, en el cruce de Arbatskaya, que viene a ser como la Campana o la Plaza del Duque en Sevilla o el cruce de Callao en Madrid.
Los rusos y las rusas, mayormente pijerío moscovita, estudiantes de español, cinéfilos y algún friki despistado, conforman la turba de peña que abarrota el vestíbulo del teatro. Entro, arropado entre abrigos, y me coloco en una de las filas del fondo.

La mala noticia: las películas son en ruso. ¡En ruso!
¿Qué desalmado sin cerebro hace un maratón friki-cultural de autor y pone las películas dobladas? Además con ese infame doblaje ruso, en el que las desganadas y escuálidas voces parecen salidas de una lata vacía de lubricante de coche. ¡Qué horror!
La primera película: "Mujeres". Lo primero que oigo es una voz monocorde de gran hermano que dice algo así como: "ELDISEO PREZIENTEZ". Claro, los dobladores rusos traducen hasta los títulos. Se me olvidaba. El cacareo del público es mayúsculo cuando leen "María Barranco". Al parecer, una "barranca" es un postre ruso. Cuando sale el nombre de Antonio Banderas, todo el mundo empieza a aplaudir. Dios mío, ¡qué circo! Y todavía no ha empezado la película.

Me convierto de repente en un intérprete a la inversa de un idioma que no conozco. Lucho contra un punzante dolor de cabeza intentando que mi cerebro digiera los conocidos párrafos de una de mis pelis favoritas, pero en ruso. Desisto. Intento concentrarme en la imagen, ignorar el doblaje y prestar atención a las reacciones del público, que celebran por igual con risotadas mayúsculas y ovaciones espontáneas los golpes de humor, de tragedia y de esperpento.

El sentido del humor ruso se especializa en ridiculizar al contrario y hacer leña del árbol caído. Un humor oscuro, que no negro del todo, pero con mucha mala leche. Por eso, Almodóvar les encanta. Aplauden cada vez que Antonio Banderas le planta un morreo a María Barranco. En la escena del anuncio del asesino de Cuatro Caminos, casi hacen la ola. Entiendo que se rían de Antonio, con su flequillo ochentero y su traje de Don Jonson. Pero no sé por qué, los rusos encuentran hilarante el episodio de la cama ardiendo. Rayos, qué locura! Pero... qué divertido! Es como si todo el mundo estuviera hasta el culo de ácido.

Sospecho que la mayoría de los veinteañeros que han acudido hoy al cine no habían visto la película. Pero les encanta. Este público es un termómetro perfecto de calidad. Veremos qué les parece "Kika"...


De lo mejor... a lo peor

Efectivamente, la alharaca desaparece.
Yo tampoco me acordaba de lo mala que era. Incluso para el público más predispuesto, esto es infumable. El único aplauso es para la muerte de Vicky Abril, que pedía el tiro de gracia a gritos. La única escena valiosa de esta excusa de película, la del gajo de naranja, sí recibe respuesta. Pero el daño es irremediable. Para la tercera película, "Todo sobre mi madre", la platea se ha vaciado un poco. Al menos ya no tengo al cabezón de turno delante. Curiosamente ya no me duele la quijotera y disfruto extrañamente el pase de la tercera película. Ya no sé si porque al lado de "Kika" me parece una obra maestra, porque mi cerebro está hecho puré, o simplemente porque ya me voy acostumbrando al doblaje ruso.

Reflexión mientras abandono el cine, arropándome entre mis capas, y me retiro en busca de la parada del metro: ¿por qué en ruso? ¿por qué estas tres películas? ¿No es maravilloso que los moscovitas abarroten un cine para un maratón de Almodóvar un sábado por la noche? Y sobre todo... ¿de qué coño se ríen los rusos?

Saludos desconcertados (y churruscados).

3 comentarios:

Ricardo Fernández Blanco dijo...

Esta escena de tu vida real bien pudiera ser una... escena de Almodóvar en sus mejores tiempos. El prota, desquiciado se mete en un cine a ver películas españolas en ruso y acaba ligando, no es tu caso ya lo sé, con un soldado de Azervayán que siempre soñó con ser marino en Cádiz y que le canta al oído "Mira mi cuerpo tatuado" mientras follan a destajo en el baño del cine durante los descansos. La secuencia termina cuando el prota deja caer la botella de Putinka casi vacía y se mete en el metro. La botella rueda lentamente por las escaleras mientras una chica (Penélope) sale del metro rumbo al trabajo cantando volver y se hace el Fade out. :-) ¡Arriba ese ánimo! Igual es que los rusos cuando están cabreados se ríen...

Paco Cabezas dijo...

No me puedo creer que te tragaras las 3 pelis hasta las seis de la mañana en ruso a palo seco... O es que estás intentando aprender ruso, o es que algo oscuro escondes Oh! Chumari de Tomelloso... Una curiosidad... ¿Como traduciran los delirios de Macamara al ruso? ¿"Mucho vicio a poco precio en el servicio"? ¿"Burro grande ande o no ande"?

... Paquitokiller

chumari dijo...

Pues me quedé en el cine porque ya se había acabado el metro y vivo como a tomar por culo. Además en la calle hacía una temperatura de unos 8 grados bajo cero (podría ser peor, hoy estamos a -20). O sea, que estaba pillado en la sala de torturas almodovariana, y por mi propia tontuna.
El doblaje es lo más rancio del mundo, pero al menos dejan las vocecillas originales, con lo cual aguzando el oído, algo se oye... :(