sábado, 7 de mayo de 2011

La atracción más tranquila del parque


Peli:
"Rompecabezas"
Puntuación: 6/10



Amigos de la Inqui: el panorama en las pantallas es desolador. No hay ná de ná. Entre la comedia casposa de los Farrelly, las moñadas de autor y el cine de animación clónico casi me quedo con la juerga segura de "Priest" o "Thor". Sin embargo, el cine comercial también me está vedado, ya que las puñeteras salas en V.O. moscovitas solo optan por lo más raro y lo más indie. Y lo indie mola, pero lo comercial a veces también, joder. Cómo echo de menos la política de uno de los mejores cines del mundo, el Avenida 5 cines V.O.S., sito en Sevilla, Av. Marqués de Paradas S/N., donde igual te cascan "En un mundo mejor" que la última de Harry Potter. Estos sí que saben.

Visto el panorama, me quedo con una propuesta de Argentina, "Rompecabezas", una peli intimista (vamos mal), de género dramático (aún peor) en la que la protagonista, un ama de casa de Buenos Aires, supera una crisis de los 50 (agh)... haciendo puzzles. De repente, la anodina protagonista muestra una capacidad asombrosa para el pasatiempo, que le lleva incluso a dar la oportunidad de participar en un campeonato y así buscar un camino alternativo dentro de su rutinaria vida. Esto último fue lo que me enganchó de la sinopsis y me llevó a descargarme la peli, con perdón a la dire, pero es lo que hay. (Lo siento, Natalia Smirnoff, te prometo que hubiera pagado la entrada, pero chica, si espero a que la estrenen en Moscú...)



En este mundo hay dos tipos de personas: los que empiezan el puzzle por los bordes, y los que lo hacen a lo bruto, desde el dibujo para fuera. ¿Quién eres tú?
Dice el monje Ricardo, viejo amigo de la Inquisición, que hay dos corrientes principales en el cine latinoamericano actual. A grosso modo, el cine más a la americana, liderado por los mexicanos, a la Iñárritu o Arriaga, y el cine más intimista, más artesanal, a la pobre, con más planos secuencia. Como sabéis, la Inquisición no es muy amiga del cine intimista y en general se aburre más que chupando un clavo cuando le cascan una película lenta. El cine tipo "La teta asustada" hace que le salgan ronchas a Chumari de Tomelloso.
Digamos que si las pelis fueran atracciones en un parque, yo casi me voy a la mansión encantada, a la "Space Mountain" o al plato fuerte de caída libre. Luego están las atracciones tranquilas. Y al final del todo, está sentarte en un banco del parque y mirar cómo pasa la gente mientras te comes un perrito. Esto último sería el equivalente de "Rompecabezas". Sigh.

Sin embargo, para darte cuenta de la diferencia, para que todo tenga sentido, a veces hay que bajar el ritmo. Y "Rompecabezas" vale el precio de la entrada porque es una película honesta y sin ínfulas, una peli que cuenta una historia y cumple con su objetivo. De forma dulce, la protagonista, una magnífica María Onetto, se te mete en la mollera (no hay otra, sale en el 95% de los planos, por cierto la mayoría medios y cortos) y su historia acaba no solo interesando, sino cobrando unos visos de verosimilitud apabullantes. La historia de la guionista y directora sorprende porque no va al cliché. Sus personajes respiran verdad -magnífico Gabriel Goity, el marido- y actúan como me parece que actúan las personas normales. No hay afectación ninguna en este relato.



En lo malo, que a veces uno mira el reloj. Que no hay mucho -realmente- que trascienda de la historia, que no emociona. Y lo peor: la música, una especie de mezcla de percusión perrofláutica con sonidos midi de windows que me sacaba de quicio (y de la película) en las mejores escenas.

Os dejo pues con una propuesta menor, traquila, pero que lleva el sello de garantía de la Inquisición. Por cierto, que chumari también le da a los puzzles. Ahora mismo estoy haciendo uno en la celda, pero estoy atascao. Chicos, que me queda el cielo de San Petersburgo. Unas 700 piezas en tonos de blanco. ¿Cómo acabo yo esto? Díganme ustedes: ¿Qué hago yo con esta linda peterburguesa?



Saludos churruscados!

1 comentario:

Ricardo Fernández Blanco dijo...

Pues aplícate el cuento de la peli: un torneo a cuatro manos. ¿O me vas a decir que la soviet más guapa del mundo no se conoce el cielo de Petesanburgo al dedillo? Felices piezas :-)