martes, 24 de agosto de 2010

Los prescindibles


Peli:
"The Expendables"
Puntuación: 2/10



"Los mercenarios" es traducción libre de "The Expendables" en inglés, que viene a significar "Los prescindibles", la carne de cañón, la morralla, etc. Como sabéis, para esta peli Stallone consiguió reunir a los astros más renombrados de la acción clásica de los 80-90 para poder continuar su revival, inaugurado con "Rocky Balboa" (2006) y "John Rambo" (2008) que si bien no cosecharon buenas críticas, sí que agradaron a buena parte del populacho.
En esta están nada más y nada menos que Jet Li, Bruce Willis, Jason Statham, Mickey Rourke, Dolph Lundgren y hasta el mismísimo Arnold Schwarzenegger.



Cuando me enteré de que Sly iba a rodar una peli de acción estilo ochentero con todos estos tipos, mi primera reacción fue de euforia. El título, irónico, "La morralla", me daba aliento. Un elenco así, bien llevado, podía dar una peli de acción muy intensa y muy divertida. Con toda la pasta que va a costar esto -pensé, ingenuo de mí- seguro que no le dejan tener todo el control a Stallone. Para empezar, con el guión, habrán pillado a un equipo de guionistas de calidad.
Ejem.
El guión lo firman el propio Stallone y un tal Dave Callaham, el guionista de -atención- "Doom". No es por desmerecer al muchacho, pero... este...

No me dignaré a comentar el argumento, que es la gran tontuna. Los buenos contra los malos, básicamente. El guión solo llama la atención por lo cutre, y por las perlitas socarronas que sueltan los personajes de vez en cuando. Fui al cine con Pakitokiller y puedo decir que lo mejor de la peli fue la hora y media de cachondeo que nos pegamos después, rememorando los momentos más casposos.

Stallone: A ver si quedamos un día para cenar.
Arnold: Claro, ¿qué te parece dentro de mil años?
Stallone: Um, demasiado pronto.

Mutis de Arnold.

Willis: ¿Qué coño le pasa a ese?
Stallone: Nada, que quiere ser presidente.



HAW HAW HAW, ¡vaya frase! ¿no es para partirse la caja?

Sobre la actuación, bueno. No espero que Stallone y Lundgren puedan articular un gesto con todo el bótox que tienen en la cara, pero... el único que actúa algo es Bruce Willis en su medio minuto. Rourke también pone una gota de talento, totalmente desperdiciada por cierto ya que en su escena estrella el plano es tan corto que solo se le ve un cacho de nariz y el labio inferior.

Esa es otra. Toda la peli está rodada en plano medio y corto, incluidas las escenas de acción, por lo que no te coscas de absolutamente nada. Jet Li se harta de dar patadas pero no se ve bien niguna, como si tuviera a un cámara de los reporteros a medio metro de su cadera. En el clímax final entré en un trance solo comparable al que alcanzo cuando me quedo hipnotizado mirando el salvapantallas de la bola del Windows.

En resumen: un cagarro.

Ya, ya, diréis. ¿Qué te esperabas, Tomelloso?
No sé. ¿Pasar el rato, por lo menos?
Pensaréis que no me gustan las pelis de acción de este corte, pero para nada. Me encantan las pelis de acción, especialmente las de los 80. Lo que no me gustan son las patochadas y los desperdicios de tiempo y talento.

Pero es que luego uno entra en internet y lee un montón de críticas positivas. ¿De dónde sale tanta peña con un listón tan bajo? Me recuerda a la célebre frase de "¡Coma mierda! ¡Millones de moscas no pueden estar equivocadas!"
Sigh. Mea culpa. Y que conste que soy fan de Stallone. Me encantan sus Rockys y su "First Blood". Y creo que tiene que ser buen tipo.
Pero "Los prescindibles" se van a la &$&/!@ hoguera.
FLUSHG!

martes, 17 de agosto de 2010

Por cierto... ¿os había dicho que soy gay?


Peli:
"I love you Phillip Morris"
Puntuación: 7/10



Que no, que no hablo de mí. Tomelloso no sale del armario todavía, malpensados. Mi celibato no me permite ni siquiera el pensamiento febril de la canne, ¿verdad, Ricky, guapo? (hablo con la foto de Ricky Martin que decora mi celda). Ejem, digo, lo de la confesión, a modo de cita aproximada, viene a cuento de la peli que os presento hoy, estreno en vuestras queridas pantallas: "Phillip Morris ¡Te quiero!"



En "I love you Phillip Morris" Jim Carrey interpreta a Steven Jay Russell, timador profesional famoso por haber burlado el sistema de prisiones varias veces y de haberse fugado utilizando las artimañas más insólitas. La historia se relata en primera persona y con el énfasis en su relación con Phillip Morris, un joven rubito y mono interpretado por McGregor de quien se enamora a primera vista y que se convierte en el hombre de su vida. A partir de su flechazo por Morris, Russell hace todo lo posible por estar junto a él y vivir del cuento, burlando a la justicia y haciendo lo que mejor sabe: engañar a todo el mundo.

Cuidado con las apariencias, que muchos van a ir a ver la peli buscando algo en la línea de la comedia ligera y gamberra de los Farrelli o algo así, y para nada. "I love you Phillip Morris" se trata más bien de un drama romántico sui géneris con toques de comedia negra basado en hechos reales.
No es de extrañar que la peli no se haya estrenado aún en EEUU por razones obvias. Si en su previo estreno en el festival de Sundance, lo más izquierdoso y cultureta que hay en los estates y ya algunos se llevaron las manos a la cabeza... imaginen el efecto que tendría en el americano medio de Wisconsin ver a su héroe de comedias Jim Carrey enculando a un tipo con bigote y gritando "¡soy bujarra!" a los cuatro vientos.

Nada más que por lo arriesgado de la propuesta la peli merece la atención. Arriesgada a nivel comercial, pero arriesgada también para los actores protagonistas, que ponen en juego su caché al servicio de un posible engendro. Sin embargo, Carrey y McGregor sorprenden a propios y extraños una vez más y atinan soberanamente en el género indie como ya hicieran con "Los hombres que miraban fijamente a las cabras" o "Eternal sunshine" y bordan unos papeles jugosísimos precisamente por lo alejados que están de otras propuestas más comerciales.
Realmente ambos están que se salen.


Aquí fluye una corriente de 6000 voltios

El gran logro de este film no son los momentos de comedia, que son buenos, ni la decente narración, ni el guión. El logro principal es el de conseguir que la relación entre los protagonistas convenza y emocione más que la de cualquier drama romántico que haya visto en los últimos años. El tema gay es lo de menos, lo bonito es que se trata de una historia de amor relatada con seriedad, respeto, y mucho, mucho talento. Creo que es la primera vez que me emociono de veras en una escena de despedida entre dos amantes, que vienen siendo rutinarias y llenas de tópicos en el cine de hoy. Se agradece el soplo de aire fresco.

Quiero pensar que hemos visto la versión original de la peli en España, porque he leído por ahí que la película ha sido editada para el público americano, en una versión "menos gay". ¿Será posible? El estreno light en norteamérica está programado para finales de este año. Ojalá hicieran más películas de este tipo, que sacan los colores a un sistema que presume de predicar la libertad y aún no puede desprenderse de los tabús más pueriles.
Por todo esto, absolución, mil veces absolución. No solo a la peli, sino a Steven, que sigue en la cárcel a día de hoy por delitos de estafa y por fugarse una y otra vez de la cárcel. No es de recibo que alguien que no ha mostrado crueldad y que ha robado al estado y a grandes corporaciones tenga que pudrirse en prisión hasta el día de su muerte como si fuera un poco menos que un homicida, todo por el maldito dinero.
Culpable en el estado de Texas, absuelto
en la Inquisición!
Absolutio!

jueves, 12 de agosto de 2010

Trasplante urgente (de cerebro)


Peli:
Repo-men
Puntuación: 3/10



"Repo-men" es un estreno que llega a nuestras pantallas de refilón, con solo una copia en Sevilla y pocas más en todo el país, no sé cuántas, pero seguro que no muchas. Ya se sabe que por su carácter de mezcla de géneros, ultra violento y poco comercial, aunque protagonizada por vacas sagradas de la talla de Jude Law o Forrest Whitaker, no tiene las de ganar entre el populacho. Por no haber no ha habido ni promoción que valga. La peli trata de un futuro en el que los "Repo-men" o "recuperadores" se dedican a recuperar órganos artificiales de receptores que no han conseguido pagar las cuotas.



A la Inquisición se nos cae el culo con este tipo de film: primero, por la condición de serie de B de la peli, de salir como perdedora y como producto dirigido por el mercado hacia objeto de culto. Segundo, como heredera bastarda de clásicos de la ciencia ficción. Pero sobre todo, por el tema, guarrete y poco correcto. No hay nada mejor que una peli con cuarterones de sangre, armas blancas, humor negro y si además está protagonizada por estos dos fieras, pues mejor que mejor. Por eso la Inqui entra con la mayor de las simpatías al visionado. Que quede claro.
Pero de ahí a perdonarlo todo, pues... como que no.

Los problemas empiezan por los cacaos en el argumento, en el que alternan huecos de guión con giros demasiado convencionales y burdos. Jude Law hace lo que puede con su papel. Su transición hacia la humanidad a la "Farenheit 451" no casa muy bien con el personaje que vimos en la primera parte, pero bueno. Es Jude Law y hace el trabajo. Hasta ahí más o menos nos dejamos llevar. Pero nos desconcierta especialmente que al protagonista, traicionado y en el punto de mira de sus antiguos compañeros, no se le ocurra otra cosa que ¿escribir una novela? ¿ein? ¿Guiño de nuevo a "Farenheit 451" o cliché tontuno?
Sin embargo lo más doloroso es que antes del despiporre final, que llega tarde y mal, nos cuentan una historia de amor horrenda y soporífera con una actriz que tiene menos planta que una alpargata. Véase Alice Braga:


Se supone que Jude Law se enamora de... ¿ESTO?

Y eso no es lo peor: cuando se acerca el climax, en el que uno acaba pidiendo la hora, se suceden los despropósitos argumentales a una velocidad de espanto. Uno no sabe si reír de medio lado o taparse la cara abochornado. Yo hice ambas cosas.
Todavía me queda la duda de la intención de los autores, que no sé si buscan el drama, la risa o el esperpento. Yo creo que un poco de todo. De la última parte solo se salva la relación con Liev Schreiber, que tiene un par de momentos, y por frikismo, la escena homenaje a "Oldboy" en el que el prota se enfrenta a un montón de enemigos en un pasillo. Claro que en lugar de jugar al plano a lo "Kung-fu master" el director opta por el secuenciado estándar, por no acabar en el puro plagio. Para que quede claro, al final Jude Law empuña un martillo. Valga el homenaje, pero tristemente la escena aburre y desconcierta más que divierte.


Este formato molaba más

Pero (SPOILER) eso no es aún lo peor. La escena final, que tiene cierta gracia, se trata de el súmum del amor biónico: una operación de cirugía erótica improvisada, con sangre rezumando entre los besos en una especie de macabro baile orgásmico y casi mortal entre los enamorados para devolver sus órganos al cerebro principal y liberarse. Eso tiene su punto. Pero luego van y... ¡petan la máquina! ¿Entonces pa que leches sirvió la mutilación? Agujero gordo de guión. No hablo del final a lo "Brazil", que al menos arregla levemente el pastel.

Pero (bis) lo peor, lo peor de todo es que como la peli es tan larga, me enteré después y por pura casualidad de que me cortaron como 5 o 6 minutos de metraje en cierto cine de Sevilla que tenía en buena estimación hasta ahora. ¡5 minutos cortados! ¡Y salía mi ídolo, John Leguizamo, Luigi Mario! ¡Puñetas! Estoy por ir al cine y boicotearles el estreno de "Los Mercenarios" haciendo huelga de hambre en la puerta disfrazado de arrocero vietnamita. Y si no lo hago es porque demasiado mal les va a los cines como para que vayamos encima a putearles. Pero señores, un poco de seriedad, que yo he pagado para ver la peli entera. No me corten minutos para casar horarios. MUY MAL.

Solo salvo a los actores, que siguen muy altos en el pedestal de la Inquisición (excepto a la Braga, que arde con todos sus órganos), y a quienes agradecemos la gracia de haberse dignado a protagonizar esta tontada.
A todos los demás: ¡A la hoguera! ¡FLUSHG!

martes, 10 de agosto de 2010

Virtuosismo y control


Peli:
"Inception"
Puntuación: 7/10



Christopher Nolan no se puede quejar de su suerte. En pocos años ha pasado de ser un perfecto desconocido a convertirse en el director de la película más taquillera de los últimos tiempos, con el permiso de "Avatar". Era de esperar que ahora se le tiraran encima para repetir el éxito.
Este año 2010 un antiguo proyecto suyo que tiene ya casi diez años por fin ve la luz. Lo que podría haber sido casi una ópera prima de autor hecha sin apenas presupuesto se ha convertido en un blockbuster megalítico de 160 millones de dólares. A veces los astros se alían para que -de vez en cuando- las productoras financien a alguien con talento y buenas ideas. Ojalá ocurriera con más frecuencia.



"Inception" o "Origen" en español es un pajote mental en la linea de "Memento". Trata de un tipo que se dedica a hacer "extracciones" de las mentes de otros infiltrándose en el subconsciente a través de los sueños. Un cliente exclusivo le pide que haga lo contrario, lo que nadie ha conseguido antes. No robar una idea, sino implantarla. Lo que en el argot se llama "Inception".
El prota está intepretado por Leo DiCaprio, que sube un peldaño más en el escalafón de la Inquisición con otro papel muy rayante y parecido al de "Shutter Island" y que se estrena con Nolan, un director muy fiel a sus actores. También salen (y repiten) Ken Watanabe, Michael Caine y Cillian Murphy. Joseph Gordon-Levitt, Ellen Page, Marion Cotillard y hasta Tom Berenger se estrenan también con Nolan y redondean este mega-elenco.

La peli comienza con una cita muy sugerente: lo más persistente y contagioso que existe es una idea. El director muestra toda la fe en este precepto al poner toda la energía el trabajo y el talento en pos de su guión, que efectivamente es muy buena idea. Un género trillado, el del robo a gran escala, se suma al de la ciencia ficción. El resultado es realmente ingenioso y con un potencial increíble, gracias a la propia historia del juego con el subconsciente en el que habitan personajes que no podemos controlar. La verosimilitud es patente como la propia ley de la gravedad, otra de las ingeniosas ideas de guión que funciona maravillosamente. El despertar se provoca con la típica sensación de caída, por eso la gravedad es necesaria para despertarse. Este concepto inspira una de las mejores y más creativas escenas de acción jamás filmadas.


Virtuosismo

La mayor parte del metraje es casi sublime. Apenas quedan huecos en un argumento que en manos de otro realizador sería como un queso Gruyère. Esto, señores, es virtuosismo puro y duro, además de un curre increíble para que todo el espectáculo quede dentro de los límites de lo explicable, o al menos de lo verosímil, algo que los frikis de la ciencia ficción respetamos mucho. Es una pena que sin embargo para llegar al fondo de la cuestión haya que tragarse algunos tiroteos en la nieve y en la ciudad que resultan cansinos y rutinarios. No sé si porque para un público fogueado en "Matrix" las escenas de acción convencionales ya saben a poco o simplemente porque están rodadas con poca gracia. Esas metralletas hacen menos pupa que las del "Equipo A". La preparación del "golpe" también es muy a lo "Ocean's Eleven" y aburre un poco hasta que se nos lleva al meollo. Le pediríamos al creador que no explicara tanto y dejara que su arte rebosara por los bordes.

Enhorabuena para Chris Nolan, que se ha lucido y nos ha entretenido mucho. Notable peliculón, con un final brillante que honra a su director y le reafirma como uno de los talentos del cine actual. Absolutio!

lunes, 2 de agosto de 2010

Tienes un amigo en mí


Peli:
"Toy Story 3"
Puntuación: 9/10



El panorama en el cine este verano es bastante lamentable. No hay más que vampiros adolescentes insulsos, acción barata, remakes del averno, comedia romántica familiar y otros truños veraniegos. En el plano de autor nos alumbran algunas luces, eso si vivimos en Madrid o Barcelona. En el resto de España nos podemos morir de asco a la vista de este plantel... con una contadísima excepción.



"Toy Story 3" rubrica una trilogía que comenzó ya hace 15 años (cómo pasa el tiempo!). Parece que fue ayer, pero la segunda parte es del 99, o sea que acumula ya 11 añazos. En este tiempo Pixar nos ha mantenido en vilo con películas de calidad excelente, entre las que destacan joyas como "Buscando a Nemo", "Wall-E", "Up" o "Los Increíbles".
"Toy Story 3" está dirigida por Lee Unkrich, co-director de otros éxitos de la Pixar, que con esta se estrena en solitario. El guión lo firma Michael Arndt. Este apellido al que parecen sobrarle consonantes es el del prenda que escribió "Little Miss Sunshine", peliculón indie que data del 2006 y que nos sorprendió por su grata mezcla de drama y humor negro.

"Toy Story 3" nos trae de nuevo a los conocidos juguetes de anteriores pelis, de los que quedan ya solo los favoritos de Andy, su dueño, que está a punto de entrar en la universidad. Los juguetes encaran el temido desenlace, el gradual desinterés de su amo que los llevará a la separación final y a la terrible disyuntiva: acabar en la basura o quedarse en un desván acumulando polvo. Sin embargo, una tercera posibilidad se presenta ante ellos: el reciclaje. Seguir siendo juguetes para otros niños, en una guardería cercana. Así conoceremos nuevos y memorables personajes, como el payaso Risitas o Lotso, el viejo y adorable oso de olor a fresas. Con un tema en apariencia tan sencillo, los autores consiguen de verdad contarnos una historia profunda sobre la fidelidad, el compañerismo, la confianza y la generosidad. Sobre la amistad, en suma.

Que Pixar siga bordando todo lo que hace ya no sorprende a nadie. De nuevo vuelven a conseguir lo aparentemente imposible: entretener a niños y a mayores por igual, alcanzar el ideal de película que realmente funciona para todos los públicos.
Abunda como ha de ser el cachondeo en esta tercera entrega gracias al gag continuado, como el del reseteo de Buzz, con homenaje al mundo hispano incluido, o a los chistes puntuales, todos geniales. Sin embargo los momentos dramáticos son también potentísimos. Si alguien no soltó la lagrimilla en alguna escena del final, es que tampoco lloró a la madre de Bambi. La Inquisición puede garantizar que nadie se sentirá defraudado, ni los fieles ni los primerizos.

Lo único malo: que se termine. Pero mejor acabar así, con toda la brillantez, que presenciar la lenta decadencia de una saga que empezó bien pero acaba sucumbiendo al ogro verde de lo comercial. Y no quiero señalar...
Por eso, brillante rúbrica a una saga que solo nos ha traido felicidad.
Lasseter y Stanton, como creadores, y Unkrich. Woody, Buzz, Rex, Perdigón, señor y señora Patata, Hamm, Slinky Dog y los demás... tenéis un amigo en la Inquisición.
Absolutio suma!